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Ana Ramírez
01/11/2025 | Cancún, Quintana Roo
En el mercado 23 de Cancún, la venta de insumos relacionados con los altares para el Día de Muertos ha registrado mejores números que el año pasado, así lo aseguraron vendedores del lugar.
Flores de cempasúchil, veladoras, papel picado, dulce de calabaza y hasta pib son algunos de los productos que se pueden encontrar en este recinto.
Como cada año, son alrededor de seis puestos extras los que tienen permiso para colocarse dentro de la “isla”, donde se concentra gran parte de las ventas, aunque también se han sumado otros puestos en las calles aledañas.
Foto: Ana Ramírez
En el pasillo de acceso principal predominan las flores, cuyos precios van desde 35 pesos el ramo pequeño hasta 600 pesos el más grande.
En algunas tiendas y puestos, la tradición mexicana se combina con la celebración de Halloween, por lo que también hay venta de disfraces, calabazas para pedir dulces, pinturas, máscaras y pelucas para una noche de terror.
En un breve sondeo entre los comerciantes, coincidieron en que este año han visto un movimiento mucho mayor en comparación con el año pasado. Prácticamente desde que inició la semana, el mercado ha recibido una elevada afluencia y las ventas se han incrementado hasta en un 20 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Por fortuna, señalaron, cada vez más familias han decidido sumarse a la tradición de colocar el altar para recibir a sus muertos. Incluso muchos comienzan desde el 26 de octubre, pues esperan a sus mascotas el día 27. Esto ha impulsado las ventas, además de que en varias escuelas se pidió llevar algún detalle para los altares escolares o los eventos realizados durante la semana.
Foto: Ana Ramírez
Lo que más se vende son las flores, el papel picado y las veladoras, seguido de las calaveritas de azúcar, las de chocolate y el dulce de calabaza.
También hay buena demanda de figuras de calaveras, inciensos y catrinas, que acompañan esta celebración.
El incremento en las ventas ha elevado también la carga vehicular, por lo que se vuelve prácticamente imposible encontrar un espacio de estacionamiento. Dar la vuelta completa al islote del mercado puede tomar hasta media hora, por lo que se recomienda paciencia y, en la medida de lo posible, estacionarse en calles aledañas para reducir el tráfico.
Edición: Emilio Gómez