Se multiplica el robo de bicicletas, ante la indiferencia de la autoridad

Ciudadanos denuncian que la FGE no ha iniciado algún tipo de investigación ni ha recuperado alguna unidad
Foto: Miguel Améndola

Así como ha incrementado el uso de las bicicletas en Tulum, también se ha disparado el robo de este vehículo, afectando tanto a empresarios como la comunidad en general; los afectados mencionan que aunque denuncien el delito a la Fiscalía General del Estado, esta dependencia no ha iniciado algún tipo de investigación ni mucho menos ha recuperado alguna unidad robada.

Al respecto, el ingeniero Arturo Ramírez Cordero, gerente de la arrendadora Ibike Tulum, con una década de experiencia en este mercado, comentó que el robo de bicicletas se ha multiplicado notoriamente en los últimos años. Precisó que hace cinco años para atrás registraba apenas dos robos de bicicletas de manera anual, mientras que ahora reportan hasta cuatro robos al mes en promedio.

“Sobre los robos de bicicletas efectivamente lo platicaba con varios colegas que estamos en el ramo de la renta de bicicletas y todos comparten la misma opinión: este asunto del robo se ha disparado desde hace unos años para acá. En nuestro negocio, que ya tiene 10 años en Tulum, anteriormente nos robaban un promedio de dos bicicletas por año, pero ahora ha aumentado hasta cuatro bicicletas al mes”, lamentó.

Expresó que este delito afecta a los empresarios y a la comunidad, y la misma gente ya no quiere comprar una bicicleta nueva por el temor a que se la vuelvan a robar. Esta inseguridad -expuso el entrevistado- ha creado otra problemática social porque la población termina comprando una bicicleta de medio uso que puede ser de procedencia ilícita.

“La sociedad dice para qué compró una bicicleta nueva si me la van a robar, entonces buscan comprar una bicicleta de medio uso o que no se vea tan bonita ni tan llamativa tratando de evitar llamar la atención y que se la roben. Eso muchas veces orilla a la gente precisamente a comprar en lugares que no están bien establecidos y lamentablemente esas personas que hacen su luchita para comprar su bicicleta no checan bien la procedencia o algunos saben muy bien que están comprando bicicletas robadas. Algunos les dan una media pintada y las venden al triple de lo que pagaron”, acotó.

Añadió que las rentadoras manejan muchas marcas y tienen diversas maneras de identificar sus bicicletas robadas, las cuales han podido recuperar porque cuentan con las facturas.

Comentó que quienes iniciaron este negocio en años anteriores tenían la confianza de recibir en garantía pasaportes, identificaciones, licencias de conducir, puesto que el grado de riesgo de que no regresara la bicicleta era muy bajo, sin embargo, ahora con el aumento de los hurtos tienen que respaldarse con pagos en efectivo o en tarjeta de crédito.

“Es algo que está cambiando en general a todo Tulum, no creo que sea el Tulum que queremos ahora ni para el futuro, por lo tanto sí hacemos un llamado a las autoridades para que hagamos algo en conjunto para tratar de si no evitar el robo sí disminuir las cifras de este delito”, acotó.

Por otra parte, también exhortó a hoteles y demás rentadoras que recomienden e indiquen sinceramente a los turistas sobre dónde es seguro o no dejar encadenadas sus bicicletas, para evitar robos.

“Esto nos afecta a todos en el destino, considero que tenemos que ser más empáticos con el turista y si nos está preguntando si ya es seguro pues contestar con sinceridad como si preguntara cualquier amigo o cualquier familiar”, expresó.

 

Edición: Laura Espejo


Lo más reciente

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

La entidad con la lista nominal más grande es el Estado de México

La Jornada

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Especial: Fauna Nuestra

Ana Ramírez

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Es peor que una sentencia de muerte

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Es peor que una sentencia de muerte