Abraham Bote
Foto: Twitter @Granmuseomaya
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Viernes 10 de mayo, 2019
Ante una era de auge tecnológico, de posverdad, de diversas maneras de ver la realidad, donde cualquiera, desde su celular, puede tomar una foto, la fotografía actual vive una época de postfotografía, de resurrección, aunque no ha muerto, manifestó el fotógrafo Joan Fontcuberta, en su conferencia magistral "La fotografía en el purgatorio", el día de ayer 09 de mayo en la Sala Mayamax del Gran Museo del Mundo Maya.
El artista visual indica que en estos momentos, la imagen más allá de ser una simple mediación entre nosotros y el mundo, es el epicentro de cualquier actividad humana, de relaciones humanas, diversión, ocio, trabajo, profesión y política.
En ese panorama, agrega, la fotografía está atravesando tránsitos que la llevan defender los valores que la hicieron nacer en el siglo XIX. La fotografía nació para responder a las necesidades de ese tiempo y ahora en el siglo XXI satisfacen otras.
Desde una perspectiva espiritual, expone el artista, la fotografía reemplaza la realidad, es una sustitución simbólica de la realidad, y puede considerarse como la manifestación de una ausencia.
Y actualmente vivimos un momento de transformación, de tránsito de la fotografía hacia otra cosa, algunos teóricos la llaman postfotografía; platica en su ponencia.
Para ejemplificar este concepto, mostró una instalación de la artista española Anna Ferrer que muestra una sarcófago donde salen o entran fotografías."No sabemos si hablamos de la muerte o resurrección de la fotografía".
Para el fotógrafo, se trata de un renacer de la fotografía, donde ha cumplido su compromiso histórico y ahora se prepara para cometer otro importante. La postfotografía vendría a ser un cambio de [i]chip[/i] de la cultura ideológico.
Antes se tomaban fotografías para certificar hechos, recordar; ahora el hacer fotos con varios tipos de cámaras, sirve para conectarnos con los demás, comunicarnos y utilizarlas como una especia de lenguaje. "La fotografía tradicional era una escritura y ahora es un lenguaje(...)las fotos ya no sustituyen a la memoria, han pasado a ser un lenguaje cotidiano".
"Hoy hacemos fotografías casi sin darnos cuenta, sin percibir que nunca hemos pasado por una escuela, simplemente por un proceso de prueba y error vamos sacando imágenes(...)el celular se ha convertido en una especie de elemento ortopédico de nuestro cuerpo y que nos sirve para establecer este tipo de comunicación visual con los demás", agregó.
[b]Todo caduca con el tiempo[/b]
Joan Fontcuberta indicó que la fotografía pude durar mucho, pero no para siempre, el tiempo se venga de la fotografía y hace que sea caduca. Eso nos da una lección de humildad, las cosas pueden durar mucho, pero hay que aceptar que no duran para siempre y eso también pasará con la imagen digital, a pesar de que en la última década la inteligencia artificial de los algoritmos aplicados a la fotografía están desplazando al ojo humano en el acto de ver.
Aunque ahora las fotos se guardan de manera digital , hay que ser conscientes que tiene una vida efímera, dijo, dura más el soporte físico, actualmente solo un 10 por ciento de las imágenes que hacemos de manera digital llegan a imprimirse, llegan a existir más allá de un disco duro, sin embargo estos sistemas de almacenamiento en un momento determinado se accidentan o se deterioran y dichas imágenes se pierden y no se pueden recuperar porque nunca se imprimió físicamente, como antes.
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