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Antonio Bargas Cicero
04/07/2025 | Mérida, Yucatán
Los Leones honraron la memoria de Carlos Paz de la mejor manera: venciendo dramáticamente a los Pericos para romper una cadena de cinco series perdidas.
En la victoria, que se concretó la noche del miércoles, horas después del fallecimiento de la leyenda de la organización yucateca, los melenudos combinaron “beisbol pequeño” y poder. Se impusieron con marcador de 6-5 por segunda jornada consecutiva y colocaron su récord en 15-13 en el Parque Kukulcán, donde el cubano se coronó con los melenudos de 1984.
Antes del encuentro, Oswaldo Morejón, mánager de las fieras, que tuvo como timonel a Paz González, recordó que “cada vez que me tocaba batear con corredor en primera, me decía que tocara la bola. Desde ahí empezó el juego pequeño de uno. Era su estilo de juego”.
Y fue un toque, del venezolano Antonio Piñero, lo que propició un error de tiro, por parte del estelar relevista Liarvis Breto en el cierre de la novena entrada, para darles a los rugidores (28-33) su quinto triunfo por la vía del “walk-off” esta temporada.
Paz hizo de todo en la franquicia selvática -fue jugador, coach, mánager (dirigió al club en tres décadas diferentes), scout, gerente, además de asesor de la presidencia-, y dejó huella al guiar a los Leones de 1984 a un improbable título. Después de terminar en cuarto lugar, derrotaron a los favoritos Diablos, a los Tigres y, en una serie final de seis partidos, a los Indios de Ciudad Juárez.
“Es una leyenda del equipo, yo crecí con él y con El Coronel (Leonel Aldama). Triste por la noticia (de su partida)”, comentó Morejón. “Su corazón era de los Leones; siempre estaba apoyándonos en las gradas. Toda la afición va a extrañarlo”.
El número 17 de Paz, quien le dio a Yucatán su segunda estrella, está retirado por el club, al igual que el 4 de Morejón.
“Es un histórico de la organización y lo vamos a recordar siempre con mucho cariño”.
El cubano fue “infielder” y lanzador.
En el segundo de la serie contra Puebla, otro serpentinero antillano, Odrisamer Despaigne, fue clave en el éxito felino al transitar cinco episodios con pelota de tres hits, una carrera (sucia) y seis ponches. Otro cubano, Yadir Drake (14), rompió un empate 1-1 en la sexta con cuadrangular solitario por el jardín izquierdo.
Ken Giles aceptó sus primeros dos registros como selvático, el cerrador Michael Feliz, a la postre el ganador, se volvió a ver titubeante y desperdició su tercera oportunidad de salvamento, además de que los locales cometieron dos pecados, pero lo principal para los pupilos de Morejón fue que contaron con una sólida apertura por segundo día en fila y que una vez más encontraron la forma de hacerle daño a un equipo con buenos brazos.
Aledmys Díaz, otro cubano, y Luis Juárez produjeron un circuito cada uno.
Henry Ramos de nuevo marcó diferencia al irse de 4-2, con un robo de base, una anotada (con tremenda barrida) y un pasaporte. El “lineup” es otro con el boricua.
Paz, el timonel con más triunfos en la historia de las fieras; en la LMP también fue campeón
Carlos Paz adoptó a Yucatán como su hogar y los aficionados de los Leones lo adoptaron a él como uno de sus héroes consentidos.
La leyenda de los melenudos nació en la provincia de Regla, Cuba, el 7 de abril de 1942.
En 1973 llegó a la Liga Mexicana de Beisbol con los “reyes de la selva”, campaña en la que dividió su tiempo de juego en la lomita de las responsabilidades y la caja de bateo.
Después de su retiro como pelotero (en 1977, con los Tecolotes de Nuevo Laredo), comenzó a colaborar con Plinio Escalante -presidente de la LMB de 2007 a 2017-, en aquel entonces dueño de las fieras, se menciona en una nota publicada por el circuito de verano.
A partir de 1979, fincó su residencia en Yucatán. Dirigió a los selváticos en ese año, entre 1982 y 1987, en 1995 y entre 1998 y 1999.
Paz González es el mánager más ganador en la historia de los Leones, a los que dirigió en mil 038 juegos de fase regular y postemporada, con saldo de 537 triunfos, 489 derrotas y 12 empates para porcentaje de .523.
También fue scout de los Yanquis de Nueva York y en la Liga Mexicana del Pacífico llevó a los Venados de Mazatlán al campeonato y a la Serie del Caribe en 1987.
Además, Paz fue entronizado en el Salón de la Fama del Deporte Yucateco.
Edición: Ana Ordaz