Jesús Mejía
Foto: Prensa OSY
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 25 de febrero, 2019

De inmensas proporciones sonoras, la Sinfonía No. 1, de Gustav Mahler, hizo cimbrar el Teatro Peón Contreras y con sus más de cien decibeles, junto con la inmortal [i]5a Sinfonía[/i] de Beethoven, desencadenó este fin de semana la euforia y ovaciones de la asistencia.

No sólo los ambientes de rock, salsa y pop generan ambientes con ruidoso entusiasmo, ya que insignes teatros y salas de conciertos de orquestas filarmónicas se convierten también en espacios de grandes catarsis con expresiones de júbilo.

Así fue el festejo de la Orquesta Sinfónica de Yucatán en ocasión de su XV aniversario con la interpretación, primero, de una de las obras cimeras del género sinfónico: la [i]5a de Beethoven[/i] (1770-1827), tal como lo hizo en su primera presentación el 27 de febrero de 2004.

Muchas orquestas sinfónicas del mundo han iniciado su ciclo de vida con la más famosa de las sinfonías del sordo de Bonn, entre ellas la Filarmónica de Nueva York, la Nacional de Estados Unidos, la Nacional del Perú y la Orquesta del Conservatorio Nacional de Música de México por citar algunos.

Con Juan Carlos Lomónaco en la batuta, la Sinfónica de Yucatán desarrolló la obra con toda la fuerza y la emotividad implícitas del compositor para vencer la adversidad y con las cuatro famosas notas (tres cortas y una larga) iniciales tocar la puerta del destino.

Desde su estreno en 1808 en Viena, la [i]opus 67 en Do menor[/i] es sin duda una de las composiciones más influyentes, ya que además de infinitas versiones con orquestas, existen otras interpretaciones grabadas a ritmos de salsa, heavy metal, tango y mariachi.

En la parte complementaria, la OSY reforzó la dotación orquestal con 11 músicos para alcanzar un grupo de 80 instrumentos, que ofrecieron al público una colosal interpretación que rompió en su estreno en 1889 con todos los paradigmas de una sinfonía.

Si bien Tchaikovsky en la [i]Obertura 1812[/i], Berlioz en su Sinfonía [i]Fantástica[/i] y Anton Bruckner en sus sinfonías requirieron una gran masa orquestal, Gustav Mahler (1860-1911) no tuvo límites y logró una de las obras de grandes proporciones sonoras.

En cuatro movimientos contrastantes, con pasajes sinuosos y notas alegres, con el acompañamiento reiterado del trino de un cuclillo y luego con ascendentes ritmos en preparación al paroxismo, la OSY desarrolló la extensa partitura de casi una hora de la sinfonía denominada [i]Titán[/i].

La OSY alcanzó el clímax en el movimiento [i]Agitado Tempestuoso[/i] con el apoyo de trompetas, trombones y cornos, así como dos juegos de timbales, un gong chino, platillos, triángulo y un gran tambor.

Con las secciones de alientos metales y percusiones, las fanfarrias mahlerianas rompieron la barrera de los cien decibeles, cimbraron los cimientos del Peón Contreras y llegaron a la estratósfera.

El final fue apoteósico. Si bien Richard Strauss en [i]Así hablaba Zaratustra[/i] reprodujo el nacimiento del universo, Mahler colocó en la cúspide al hombre en armonía con la naturaleza.


Lo más reciente

Chelsea vence a Fluminense y se instala en la final del Mundial de Clubes

Doblete de João Pedro fulmina al equipo con el que inició su carrera: 2-0

Ap

Chelsea vence a Fluminense y se instala en la final del Mundial de Clubes

Mattel lanza una muñeca Barbie con diabetes

La empresa de juguetes aseguró que es una forma de fomentar la inclusión

Afp

Mattel lanza una muñeca Barbie con diabetes

U cha'anil k'óom: la fiesta de Tekom para San Pedro y San Pablo

Tradición en la que confluye el sincretismo y la comunidad

Leobardo Cox Tec

U cha'anil k'óom: la fiesta de Tekom para San Pedro y San Pablo

Cosechar tempestades

Las catástrofes naturales pueden ser inevitables; la indiferencia estatal no lo es

Pablo A. Cicero Alonzo

Cosechar tempestades