Ha sido una campaña 'descafeinada' la del 2021: Renán Barrera

El candidato habla sobre su agenda política y eventos durante su administración
Foto: @RenanBarrera

Tras su cierre de campaña y a poco tiempo de que comience el llamado silencio electoral -en el primer minuto del 3 de junio- el candidato a la alcaldía de Mérida por el Partido Acción Nacional (PAN), Renán Barrera Concha, comparte con La Jornada Maya sus impresiones sobre las inéditas elecciones del 2021, así como algunos puntos clave para la ciudad que busca gobernar por tercera ocasión.

En el escenario del Foro Mayan Hall que albergó varios de los eventos durante su cruzada por la "joya de la corona" en Yucatán, Barrera Concha abordó la singular elección la cual calificó como "descafeinada"; la pandemia desde el palacio municipal; la agenda LGBTTTI; problemáticas como el Paso Deprimido y los retos de la sostenibilidad urbana. 

Además de regidor durante el período del también panista César Bojórquez, y diputado local por el Distrito IV, Renán Barrera ha gobernado Mérida en dos ocasiones: la primera del 2012 al 2015 y la segunda del 2018 al 2021, antes de solicitar licencia para contender de nueva cuenta por la alcaldía meridana, siempre bajo los colores del PAN.

 

Foto: @RenanBarrera

 

En tono confiado, el aspirante a la presidencia municipal de la capital yucateca responde a las preguntas de este rotativo mientras su equipo afina los últimos detalles, tras 54 días de una campaña cuyos resultados se verán reflejados en las urnas meridanas el próximo 6 de junio. 

¿Qué impresión deja la campaña electoral 2021?

Ha sido una campaña muy especial y diferente. En los últimos 10 años he estado en muchas y ésta sin duda alguna es una “descafeinada”. El contacto con la gente, la posibilidad de estar de manera masiva comunicando lo que queremos para la ciudad, en esta ocasión fue muy limitado, pero lo hemos hecho con mucha esperanza.

Después de año y medio de pasar por una pandemia que a todos nos ha golpeado de alguna manera, el cariño y la urgencia de sentir alivio es algo que conlleva una carga emocional muy importante. 

Por un lado “descafeinada” desde el punto de vista de a lo que estamos acostumbrados: al escándalo de las campañas; y por otro lado una carga emocional muy fuerte que me hace comprometerme muchísimo más para estos próximos tres años. 

¿La pandemia podría afectar los resultados de la elección?

Yo creo que no, más bien, reafirmaría la certeza que todos buscan. En tiempos de incertidumbre, la improvisación cuesta y hoy por hoy hemos logrado tener un muy buen manejo de la pandemia, lo hemos logrado haciendo equipo con el estado para enfrentarla con decisiones difíciles y nada populares, pero responsables. 

Eso ha logrado que Mérida se mantenga estable en ese tema y que, de alguna manera, la gente lo haya visto bien. Por otro lado, creo que no habrá una afectación tal cual, sino un refrendo de esa confianza y necesidad de certeza que al día de hoy el gobierno federal no nos da, y que a nivel local tenemos que cuidar.

¿Qué enseñanza le ha dejado la contingencia sanitaria como gobernante?

Muchísimas. Primero que nada, tener la capacidad de repriorizar las necesidades de la ciudad y de trabajar intensamente. Siempre lo he vivido, viví (los huracanes) Gilberto, Isidoro, Wilma como voluntario y ciudadano. 

Una enseñanza para mí fue el trabajar por la gente que más lo requiere y que la tolerancia debe ser un valor fundamental que debemos tener como ciudad ante una circunstancia que es completamente ajena a nosotros.

¿Qué le distingue de las otras candidaturas?

Mi sensibilidad y el nivel de conocimiento de la ciudad. Sé en dónde estamos, hacia dónde debemos ir y mi experiencia. Esa experiencia y madurez; esa prueba del trabajo realizado es mi mejor carta de presentación.

¿La comunidad LGBTTTI figura en su agenda?

Hemos tenido reuniones. Me tocó instalar el Consejo Municipal de la Diversidad Sexual, trabajamos de la mano con ellos varios temas de respeto a sus derechos, inclusión y modificaciones a algunos reglamentos, incluso del propio municipio.

Hace algunas semanas tuve una reunión con ellos y están muy contentos y agradecidos porque han sido mis administraciones donde han avanzado con estas agendas y para mí es fundamental. Yo siempre he estado al centro y esto significa el respeto a los derechos de todos.

A mí los extremismos no me gustan, ni de un lado ni del otro, y con el Consejo Municipal de la Diversidad Sexual hemos logrado avanzar bastante en temas que son importantes, fundamentalmente relacionados con derechos humanos.

¿Siente el respaldo de dicha comunidad?

Al menos de las organizaciones civiles que están representadas en el Consejo, sí. Siempre será muy variado lo que se pueda interpretar como respaldo, pero si un gobierno municipal ha trabajado con hechos más que con discursos ha sido el de Mérida. 

¿El tema no podría interpretarse como una bandera política en tiempos electorales?

No, y quien pretenda hacerlo así está equivocado, para un lado o para el otro. 

La verdad es que no le huyo al tema, ni tampoco he dejado de dar la cara cuando se trata de defender los derechos de todos; y ese trabajo es la principal carta de presentación, porque tuvimos una reunión muy amena y la oportunidad de repriorizar los puntos a seguir en la siguiente administración. 

Yo no he visto que haya sido una bandera, ni para atacar, ni para promover el exceso.

En cuanto al Paso Deprimido, ¿qué planes habría para esa obra?

La reparación del Paso Deprimido está en proceso y próxima a concluir. Es un trabajo que ha llevado mucho tiempo y más que sea un tema polémico, lo quisieron manejar como si fuera una venganza política o un tema electoral. Nada más alejado de la realidad.

Fue producto de un colapso causado por las inundaciones. Yo no provoqué el colapso, la obra no aguantó y no podemos ser irresponsables al querer abrirlo o tratar de ponerle “curitas” a una obra que pueda resultar riesgosa para la ciudadanía. 

Por eso nos tomamos el tiempo suficiente para analizar cuál sería la viabilidad de la solución. El Colegio de Ingenieros presentó el informe de los daños y las posibles alternativas y, a partir de eso, se inició el proceso de su reparación.

Lo que sí creo es que esa obra, de entrada, nunca se debió haber hecho. Pero ya es un activo de la ciudad y hay que tomar decisiones responsables y objetivas en el sentido de que, estando ahí, debemos hacer que funcione y eso es parte de mi compromiso. 

Haberlo hecho de otra manera hubiera sido equivalente a lo que sucedió con la línea 12 del Metro (en Ciudad de México), es decir, que por el simple hecho de no tener el más mínimo sentido de responsabilidad se abra una obra que luego cobre vidas.

¿Cerrarlo ya no figura entre las opciones?

No, porque se determinó que es viable su reapertura. 

¿Cómo garantizar un crecimiento urbano sostenible en Mérida?

Estamos en un proceso de redensificación. Esto significa evitar la expansión de una ciudad que no tiene montañas ni ríos, es decir, no hay límites físicos. De alguna manera la conformación del Plan Municipal de Desarrollo Urbano ha permitido manejar muy bien los anillos de crecimiento.

La redensificación es un reto que tienen todas las ciudades del mundo e implica que se puedan repoblar los centros urbanos que están despoblados. Colonias antiguas como la Alemán, Itzimná, García Ginerés y colonia México son zonas donde vivieron nuestros padres y abuelos; y que ya no están siendo habitadas por las siguientes generaciones.

Estas tienen dos destinos: o se derrumban o se convierten en algo. Entonces la redensificación consiste en convertir en algo esos predios para que puedan tener una repoblación y evitemos la expansión. Esto también tiene resistencias al interior, entonces tenemos que buscar puntos de equilibrio.

La sustentabilidad es un punto fundamental y tenemos todas las herramientas a través de la Unidad de Desarrollo Sustentable para garantizar que esto sea así. Tenemos la meta de 150 mil árboles plantados y los puntos verdes que también han sido un éxito.

¿Mérida está destinada a crecer verticalmente?

La tendencia será que sí, en algunas zonas, no en todas. Hay un atractivo por la inversión en la ciudad, como sucede en ciudades cosmopolitas del mundo entero. Habrá que hacerlo con mucho cuidado y responsabilidad.

Es recurrente el término “plancha de concreto” al referirse a la capital yucateca, ¿a qué se lo atribuye?

En Mérida ha ocurrido un fenómeno los últimos 30 años, o tal vez 40. Entre 1997 y el 2000 se vendió toda su reserva territorial que no pertenecía a la ciudad, sino al gobierno del estado a través de lo que en ese entonces era la Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán (Cousey) y hoy es el Instituto de Vivienda del estado de Yucatán (Ivey). 

Prácticamente se vendió lo que hoy conocemos como Ciudad Caucel, Las Américas, Francisco de Montejo y Los Héroes.

Si sumamos la población de esa zona de la ciudad es como si habláramos de Tizimín, Kanasín y Valladolid juntos; y a partir de la venta de esos macro lotes -en el 98- la vivienda comenzó a desarrollarse de forma masiva.

No habíamos tenido un crecimiento similar antes de la comercialización de esos predios, de tal manera que por eso se le dio el sinónimo, al verlos, de “plancha de concreto”, pues a las personas les pareció impresionante ver la cantidad de viviendas que se construyeron.

Sin embargo, creo que eso ya lo hemos empezado a revertir. Lamentablemente, si Mérida hubiera tenido todas las herramientas en su momento para evitar que eso sucediera, otra hubiera sido la canción. 

En lo relativo a la agenda de las mujeres, ¿cuál sería su propuesta?

Me siento muy orgulloso del trabajo que ha hecho el Instituto Municipal de la Mujer. Tenemos uno de los mejores Institutos a nivel nacional, así ha sido reconocido; el refugio para la mujer víctima de violencia familiar y las diferentes delegaciones donde se atienden problemas psicológicos, emocionales y de otras índoles.

La agenda de la mujer no sólo tiene que ver con el tema de la violencia, que ese lo tenemos totalmente cubierto. Tiene que ver con su empoderamiento, con que puedan tener una mayor independencia económica, pues es ahí cuando se consolida la libertad. 

Debemos impulsar a las mujeres a cumplir sus sueños. Yo he platicado con muchas estudiantes de universidad que son madres y que además trabajan, entonces habrá programas especiales para ellas. La mujer es un tema fundamental. Cualquier política pública o inversión que se haga en su favor, será exitosa.



 Edición: Estefanía Cardeña


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