Pueblos mayas de Yucatán convocan consulta indígena contra construcción de megagranjas

Debido a las imposiciones de megaproyectos de la industria porcícola, que contaminan recursos y la salud de los habitantes, pobladores de Kinchil, Celestún y San Marcos, Maxcanú, realizarán un proceso de consulta indígena con el fin de frenar la construcción de megagranjas en sus comunidades, según informaron representantes y activistas durante una rueda de prensa virtual realizada este 13 de julio. 

El fin es exigir su derecho a la libre autodeterminación y a la autonomía, sobre todo frente a proyectos extractivos y de desarrollo, como la industria porcícola, que puede afectar al territorio indígena, sus recursos y poner en peligro su existencia como pueblo indígena, expusieron. 

De no detener esta industria, ante la contaminación de sus recursos y la deforestación, los pueblos tendrían que verse obligados a desplazarse a otras comunidades para vivir, advirtieron. 

A partir de este jueves y viernes, empezarán la fase informativa y las asambleas en estos poblados, mientras que la fase consultiva y de votación se realizará simultáneamente en las tres comunidades el día domingo 25 de julio.

Han convocado a los pobladores, organizaciones civiles, autoridades estatales, municipales, federales, comisarios y a las mismas empresas para que participen en este ejercicio ciudadano del poblado maya.

Indicaron que pese a la pandemia, por lo menos se han construido dos nuevas granjas, la cuales se suman a las cuatro ya existentes en Kinchil, revelaron integrantes del Consejo Maya del Poniente Chik’in Ja’ – Kinchil, del Consejo Maya del Poniente Chik’in Ja’ – Celestún, el Colectivo de Atención Comunitaria U yutzil kaj e Indignación.

La consulta indígena está reconocida en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre pueblos indígenas. A diferencia de una simple consulta, esta busca tener el consentimiento del pueblo.

A pesar de que la consulta debería de ser previa, libre e informada, la mayor parte de los megaproyectos no la aplican, señalaron. Ante esto, los líderes mayas indicaron que debido a las afectaciones que ya se están viviendo en diferentes pueblos mayas, se autoconvocan para preguntar a los pobladores si están de acuerdo en que sigan establecidas las granjas, o no, en sus pueblos. 

Carlos Llamá, de Kinchil, indicó que antes de la pandemia habían instalado cuatro granjas, a pesar de que se detuvieron los trabajos y la economía por la emergencia sanitaria, la industria no paró en su comunidad, pues ahora tienen seis, “cuanto todo mundo estaba oculto, cuando estaba resguardándose, ellos continuaron”, señaló. 

Por eso, dijo que no pueden esperar para esta consulta, pues la situación sería devastadora. 

Cinthia Cocom, de San Fernando, indicó que como pueblo tiene derecho a decidir lo que quieren para su comunidad, sin embargo las empresas y las autoridades no “llegaron a las puertas de nuestras casas a pedir si pueden poner o no una megagranja”. 

Precisó que impusieron esta obra, según, para beneficio de pueblo, que va a generar más empleos, “con eso nos están chantajeando, que si no los apoyamos para que siga la granja nos van a quitar el internet, no es justo que, como somos de pueblo, jueguen con el sentimiento de las personas”, manifestó. 

Además, expuso que los residuos de los cerdos generan malos olores y aguas sucias, se han creado fosas que acumulan moscos y otros insectos, y cuando llegan las lluvias todo rebosa y sale más peste.

“Apesta mucho y con las lluvias es cuando más afecta, estamos muy cerca de ellos; por eso como pueblo maya queremos hacer la consulta para que nos ayuden a que la granja se pueda cerrar”,  expresó.  

“No es justo que por ser mayahablantes nos echen de menos, también tenemos derecho a decidir y decir no”, manifestó. 

Alberto Rodríguez Pisté, de Chik’in já, Celestún, indicó que el puerto están preocupados por lo que está ocurriendo, pues la granja vierte sus aguas negras al suelo, lo que se filtra al manto freático, además, las descargas de aguas residuales con excretas y demás partículas peligrosas caen directamente sobre el agua estancada por las lluvias en los momentos, y con el paso del tiempo llega a la ría de Celestún, pasando por cenotes. 

También han deforestado cientos de hectáreas para la construcción de otras cuatro granjas, para tener un total de 10 y más de 100 mil cerdos, señaló. 

Todo eso, según advirtió, ocasionaría que se detengan las actividades turísticas y pesqueras de la comunidad, y se contaminará el agua que usan para la producción de hielo y la conservación de los productos del mar.

Además, ante esta situación, indicó que los habitantes tendrían que verse obligados a desplazarse a otras comunidades, como Sisal. “Esto va a ocurrir si no se detiene la contaminación de las granjas”, manifestó. 

Las asambleas informáticas se realizarán el jueves 15 de julio a las 18 horas en Celestún, el viernes 16 a las 10 horas en San Fernando y este mismo viernes a las 18:30 horas en Kinchil. La fase consultiva se realizará simultáneamente el día domingo 25 de julio.

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Edición: Estefanía Cardeña