Si bien en Yucatán no hay escasez de agua como en otras partes del país, existe un rezago en el tratamiento de los líquidos residuales y mantenimiento de las fosas sépticas particulares, indicó Luis Pantí Peralta, integrante del Colegio de Ingenieros Químicos de Yucatán.
De acuerdo con el especialista, sólo entre 20 y 30 por ciento de las viviendas limpia sus sumideros y fosas sépticas. Donde prevalece la falta de cuidado es en el Centro de la ciudad, en las colonias con más antigüedad y en los municipios al interior del estado, que no cuentan con sistemas de drenaje.
Pantí también señaló que existen falta de tratamiento de aguas y contaminación en las granjas porcícolas, aunque no abundó más sobre ese sector en particular.
“Los colonias antiguas carecen de un sistema de drenaje donde se pueda recolectar el agua residual, y hemos estado utilizando las famosas “cuevitas”, pero no es la forma adecuada”, comentó.
Por lo tanto, el especialista dijo que es importante que la ciudadanía, además de limpiar y dar un mantenimiento a sus sumideros y fosas sépticas, no debe verter aceites, gasolinas, thinner y otras sustancias contaminantes al manto freático.
Pantí Peralta comentó que Mérida cuenta con un reglamento de construcción el cual establece que independientemente del sector o giro, las empresas deben contar, por obligación, con una planta de tratamiento de aguas residuales, pero este no se ha aplicado como debe ser, principalmente por desconocimiento, expuso.
Asimismo, mencionó que la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay) es la encargada de verificar el tratamiento de aguas de los fraccionamientos, y cuentan con plantas en optimas condiciones.
El ingeniero químico explicó que en la entidad, el porcentaje mayor de agua residual proviene del tipo sanitario, es decir que los habitantes son quienes más agua descargamos; el sector industrial solo representa el 3 por ciento del consumo, pues, afirmó, ellos sí cuenta con plantas de tratamiento.
“La población va en crecimiento constante, no sólo tenemos el reto de tratar el agua sino no de que llegue el servicio para cumplir con sus necesidades diarias”, comentó.
También recalcó que es importante no contaminar el vital líquido, ya que esto aumenta los costos de tratar el agua, y hace más complicado llevarla a ciertos lugares y fraccionamientos.
Por eso, el experto indicó que las personas deben asumir su compromiso y limpiar sus sumideros o fosas sépticas de manera constante, desazolvarlas. “Yo, como ciudadano, al tener una propiedad, debo vigilar que el agua residual que sale de mi fosa y va al pozo de absorción, esté libre de contaminantes”, manifestó.
Sobre si el crecimiento urbano y la expansión de los nuevos fraccionamientos impacta la calidad y suministro de agua, Luis Pantí contestó que estos nuevos desarrollos cuentan (o deben contar) con una planta de tratamiento y, además, la Japay es la encargada de operarlas. “He tenido el gusto de poder visitar dichos espacios y puedo corroborar que tienen una diversidad de tecnologías que le dan el tratamiento el agua”, resaltó.
Incluso, dijo que en la parte norte de la ciudad, los nuevos fraccionamientos cuentan con sistema de drenaje y sus plantas de tratamiento.
Vacío legal
Por otro lado, el ingeniero indicó que no existe un reglamento o norma como tal que obligue a las personas a tratar sus aguas residuales en sus domicilios regularmente, pero tampoco existe por parte de las autoridades municipales difusión sobre la importancia de este tema ni incentivos económicos que ayuden a la población a realizarlo.
“En la parte habitacional no he leído una norma donde diga que cada habitante tenga la responsabilidad de sanear sus fosas sépticas”, comentó, aunque añadió que las constructoras están obligadas a tener una planta de tratamiento y un sistema de drenaje para captar todo el agua residual.
“Creo que deberían hacer un poco más de difusión respecto a los procesamientos y mantenimientos preventivos de los sistemas de descarga en una casa habitación, la capacidad de sus fosas sépticas, las dimensiones para hacer más conciencia sobre el cuidado del agua”, indicó.
Impacto de los megaproyectos
A la pregunta expresa de si los grandes proyectos, como el Estadio Sostenible de Yucatán, podrían generar un impacto en la calidad y servicio del agua en la zona norte, el experto indicó que desconoce los detalles de esa obra: “realmente desconozco de este proyecto, no he ahondado, no lo había escuchado. Sin embargo que bueno que me dices, me voy a poner a investigar”, finalizó.
Edición: Laura Espejo
Subrayó que la reducción de la jornada será parte de una reforma laboral consensuada con empleadores, empleadoras, sindicatos y trabajadores
La Jornada
Mujeres son fundamentales en el desarrollo de fármacos: Lena Ruiz
La Jornada
Juan José Pacho, impresionado con el Kukulcán; “luce monumental”
Antonio Bargas Cicero