Arropados por una luz roja, como si fuera el reflejo de la sangre derramada por sus compañeros, periodistas de Yucatán se sumaron nuevamente a la movilización nacional para exigir alto a la violencia, a los asesinatos de colegas y mejores condiciones laborales.
Los reporteros, fotoperiodistas y comunicadores de Yucatán se reunieron este lunes 14 de febrero en el Monumento a la Patria, en el lugar también colocaron sillas vacías con los nombres de sus compañeros recientemente asesinados.
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Además de exigir justicia por sus muertes, pidieron mejores condiciones laborales, seguridad social, salarios dignos y un alto a la censura que impera en el estado.
También hicieron un pase de lista de los 173 compañeros caídos del 2000 al 2022,además, aclararon que este movimiento no tiene nada que ver con el impulsado recientemente por políticos, empresarios y las “élites de poder” que demuestran su respaldo a Carlos Loret de Mola.
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En un documento que leyeron señalaron que han “puesto sobre la mesa” otras formas de violencia contra los trabajadores de los medios, que si bien tiene como máxima expresión el asesinato, tiene otras manifestaciones, como la negación de los derechos laborales, expusieron.
“Las y los trabajadores de los medios laboramos durante largas jornadas por salarios miserables, sufrimos acoso laboral y sexual, tememos por nuestra seguridad y aun así, no tenemos garantizada una vejez digna, en caso de que lleguemos a la vejez”, declararon.
Añadieron que: “La gran mayoría de las y los trabajadores de los medios laboramos en varios medios al mismo tiempo para completar nuestro salario, trabajamos jornadas de hasta 12 horas, no tenemos acceso a descansos dignos y nuestra salud mental se ve seriamente afectada”-
“Vemos con impotencia que a pesar del llamado y el reclamo constante a las autoridades de los tres niveles de gobierno, la única respuesta que hemos recibido a la fecha es el silencio y la continuidad de los asesinatos de periodistas en México”.
Reiteraron “el llamado a seguir movilizándonos, pero también a avanzar en una forma de organización permanente que no sólo reaccione cuando asesinan a alguien, sino que nos defienda de manera cotidiana”.
“No somos enemigos del Estado y exigimos garantías para ejercer nuestra labor sin temer por nuestras vidas. También exigimos que los asesinatos de nuestros y nuestras compañeras no queden impunes y que su labor periodística sea considerada dentro de las líneas de investigación”, añadieron.
“Queremos justicia real, basta de simulación en la investigación que supuestamente realizan las autoridades”, finalizaron.
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