Tras año y medio de “ayuno” a razón de la pandemia, Caifanes se repone y ofrece una gira que abarca varias ciudades de Estados Unidos y México, Mérida incluida. El quinteto se rencontrará con su público meridano el próximo sábado 11 de junio a las 21 horas en el Foro GNP, luego de dos años de ausencia en esta ciudad.
“Llevamos un rato tocando por todos lados y estamos muy contentos de rencontrarnos con la gente, por sentir esa energía que hacía tiempo que no sentíamos. Ellos están disfrutando y nosotros también”, comentó Diego Herrera, tecladista y saxofonista de la banda.
Durante este ciclo de conciertos, detalló, buscarán tocar las piezas que la gente quiera escuchar para lo que están abiertos a sugerencias a través de sus redes sociales.
“A nosotros también nos refresca el hecho de tocar canciones que hace años no tocábamos, entonces ahí andamos buscándole con esta nueva formación que está permitiendo que sucedan cosas diferentes en el escenario”, sostuvo.
Diego Herrera opinó que, entre Saúl Hernández, Alfonso André, Marco Rentería y Rodrigo Baills -la actual alineación- se ha dado “una conexión energética bien chida”, que ha causado que hoy se hallen montando nuevas canciones.
“También (en la gira) estamos tocando rolas que no tocábamos, que a veces son complicadas o simplemente ‘no amarran’. Es decir, están bien tocadas y todo, pero a veces no las encontramos”, explicó.
Caifanes ha tocado en Mérida en varias ocasiones -la última en 2019, también en el Foro GNP- y su tecladista aseguró que tanto a él como al resto de la banda le fascina presentarse en la ciudad.
“Yo adoro Mérida, voy muy seguido para allá porque tengo buenos cuates y familia. Va a ser un placer estar con la gente de ahí ‘echando tocada’, pues ha sido muy padre conectar entre nosotros sobre el escenario, y con la gente también”.
Solo eres tú
El último sencillo de Caifanes se titula Solo eres tú y, al respecto, el fundador del conjunto explicó que se trata de un tema que aborda la desconexión que la tecnología ha propiciado en la gente y su manera de relacionarse.
“De repente te das cuenta que empieza a sonar el pinche sonidito del celular y se detiene todo porque hay que voltear a ver quién mandó qué. Así hemos perdido el sentido de muchas cosas de la vida”, criticó.
En ese sentido reconoció que no es una persona asidua a las redes sociales y destacó la importancia de verse a uno mismo;,agradecerse y darse su lugar, pues considera que, a raíz de esta situación (la redes), la gente es cada vez más dura consigo misma.
Además, adelantó, hay otro par de rolas ya grabadas que están pronas a ver la luz y unas cinco o seis más en el tintero. El destino de esas piezas, aclaró, todavía es incierto.
Gratitud
En cuanto a la evolución de Caifanes a lo largo de sus 36 años de trayectoria, el también saxofonista expuso que no sólo la banda ha evolucionado, sino cada uno de sus integrantes.
“Tenemos otra edad, en aquella época éramos unos chavillos de 20 y tantos haciendo una banda, entonces era muy diferente. Antes llevábamos cuates al backstage y ahora llevamos paramédicos; brincábamos en la tarima y ahora ponemos barandales”, mencionó entre risas.
En ese sentido, Diego Herrera sentenció que, para él y para sus compañeros, la vida se mira distinta a 36 años de la fundación de la agrupación. No obstante, dijo, este tiempo se resume, en una palabra: gratitud.
“Para un músico no hay nada más grato que ser escuchado y que un proyecto que comenzó en un cuartito de azotea con Saúl y yo contando las canicas se haya convertido en este asunto es realmente una bendición”, precisó.
‘Lo agradezco, pero no lo entiendo’
A la fecha, los integrantes de Caifanes continúan disfrutando de su música y para Diego Herrera ese ha sido el hilo conductor: el hacer los que les gusta. Esa es una de las razones también por las cuales han sabido conectar con las nuevas generaciones.
“Sonará egoísta, pero no es lo que estamos buscando. No hacemos una rola pensando en las nuevas generaciones, pero sí se ha dado muy buena conexión con ellas, y con la gente en general”.
“Sigo sin explicarme cómo se pasó la estafeta. Claro, se cuenta que ‘cuando mi mamá estaba embarazada oía a los Caifanes y de chavito, y todo eso…’ pero hay una parte que no acabo de entender. Lo agradezco, pero no lo entiendo”, manifestó.
Para Diego Prieto lo anterior obedece justamente a que se trata de una banda que siempre fue lo que quiso ser; e incluso aceptaron trabajos alternos, recordó, en aras de mantener la esencia de Caifanes.
Una carrera de resistencia
Sobre los cambios que ha sufrido el rock mexicano, el tecladista reconoció haberse perdido entre la sobreoferta, no sólo del rock, sino de la música.
“Ya no sé en dónde está el rock como género, creo que eventualmente ha sido difícil para muchas bandas poder tocar. Hay una prisa en la vida que no ayuda y esa velocidad ha jodido mucho, porque las bandas quieren dar conciertos grandes desde el inicio”.
Según Herrera, la musical es una carrera de resistencia -más que de velocidad- en la que hay que hacer lo que se quiere hacer porque se disfruta y “no porque hay que sacar la chamba”. En Caifanes, relató, por años compusieron canciones que no les gustaban y no sacaron.
“Pero la única barrera que teníamos era la de nosotros mismos. Que nos guste lo que estamos haciendo, que sintamos que tiene ‘garra’. Pasamos mucho tiempo buscando eso, pero en este momento, ya lo encontramos”, concluyó.
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