Mayas de la península de Yucatán exponen sus carencias similares

Aunque están divididos geográficamente, los mayas de la península de Yucatán comparten dolores similares: Despojo y pago injusto de tierras, racismo, discriminación, falta de acceso a la salud, educación, falta de recursos, de autonomía, detenciones arbitrarias por defender sus tierras, entre otras vulneraciones a sus derechos, denunciaron líderes comunitarios. 

Líderes comunitarios, comisarios ejidales y mayas de los tres estados (Campeche, Yucatán y Quintana Roo) expresaron las necesidades y problemáticas que han enfrentado desde hace décadas y que siguen presentes.  

Exigen ser tomados en cuenta y respetar su libre determinación. “El pueblo maya sigue vivo y en resistencia. Nos unimos y queremos que nos respeten”, subrayaron durante el encuentro maya, organizado por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), que se realizó en Valladolid este fin de semana.   

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Durante más de dos horas, en la sede del INPI, los asistentes escucharon atentamente a Iván Ramos Méndez, el director de Participación y Consulta Indígena, quien les habló sobre la importancia de defender sus derechos humanos, su derecho a la consulta previa, libre e informada, a su libre determinación, derecho a la salud, a vivir sin discriminación y su autonomía, entre otros.   

Las autoridades indígenas anotaban en sus libretas la información que recibían: “Derecho a que se escuche nuestras decisiones, a ser autónomos, derecho a tener salud”, escribe en su hoja una mujer maya, quien viste un colorido huipil. Pareciera que, por años, para ella tanto ella como sus antepasados, estas palabras son desconocidas. “Ahora sé que tengo derechos”, indicó la mujer minutos más tarde en una mesa de diálogos.   

Otros líderes indígenas, acostumbrados a las luchas sociales, señalaron se sienten identificados, como sí era lo que esperaban escuchar para continuar con sus resistencias por la defensa de sus territorios. “No somos alborotadores, sólo exigimos lo que nos corresponde y defendemos nuestra tierra”, señaló un hombre con alpargatas y sombrero de palma.   

Por momentos, la humedad y el calor golpeaba fuerte a los asistentes; algunas personas optaron por ir a comprar un sorbete de coco, de un señor que aprovechó la concurrencia para vender su producto. Mientras comían su rico helado, dos mujeres conversaban sobre la reunión.   

“Está interesante, no sabía que teníamos derechos; ahí en el pueblo no nos hacen caso las autoridades”, dijo una de ellas.   

“Verdad que sí, hay que hablar con el comisario para que nos den los apoyos que necesitamos, no hay que tener miedo”, respondió la otra.   

Luego de finalizar la primera parte del encuentro, los líderes mayas toman el micrófono. Ya que escucharon detenidamente, ahora ellos decidieron que van alzar la voz: Uno a uno, mujeres y hombres mayas manifestaron sus necesidades, problemáticas y la situación que viven en sus pueblos.   

Sus vivencias particulares, pero que guardan muchas cosas en común; historias de violaciones históricas y estructurales a sus derechos humanos y como pueblos originarios.  

José Elías Canché Pisté, comisario ejidal de Izamal, comentó que los ejidos no reciben recursos por parte del municipio; “todo eso se debe, se acaba”, manifestó, ya que, según expuso, las comunidades están sujetas a los “caprichos” de los gobernadores y alcaldes. “Si no eres su amigo, si no lo apoyas en su campaña, no te otorgan apoyos para el ejido”, recalcó.   

“No tenemos que ser dependientes del municipio, porque si no eres su grupo no te apoyan, eso se tiene que acabar el apoyo debe llegar directamente a los comisarios”, recalcó.   

Si no es así, agregó, de nada sirve que haya asambleas para que elijan a las autoridades comunitarias.  “Todo queda en letra muerta... No tenemos recursos como pueblo indígena para poder andar, para ir a la Procuraduría Agraria, ni apoyos al campo”.   

Convocó a la unión de todos los líderes ejidales y comisarios para hacer valer sus derechos y exigir que los tomen en cuenta.   

También, habló de cómo son tratados los mayas, con discriminación por parte de todas las autoridades, se hacen negocios con sus tierras, por ejemplo, mencionó que funcionario del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), en presunta complicidad con el anterior comisario William May Gorocica, acordaron el pago de 300 pesos y unas despensas a ejidatarios, por sus tierras donde pasaría el Tren Maya. 

“Se aprovecharon de la ignorancia de la gente, les hicieron creer que no tenían derecho, cuando es tierra de uso común y les corresponde a los ejidatarios”, manifestó.   

Agustina Tah Pech, líder maya del Consejo Supremo Maya de Kantunilkín, Quintana Roo, expuso que en la comunidad no reciben apoyo para poder realizar sus festividades tradicionales; por lo que hay riesgo de que éstas desaparezcan ante el desinterés de las autoridades. 

“Venimos mendigando apoyos, cuando se supone que, como usos y costumbres, tenemos una aportación gubernamental que corresponde”, indicó.   

“¿Cómo podemos hacer para que esos recursos lleguen al pueblo?, cuando llegan las fechas de la feria del pueblo, tenemos que andar pidiendo, recorriendo negocios regidores, y nos dan a veces 50 pesos o 10

0 pesos, cuando ellos cobran mucho dinero y otras veces ni siquiera nos contestan”, agregó.   

Blanca nieves Balam Hoil, comisaría de Dzalbay, del municipio de Temozón Yucatán, comentó que en su comunidad hace falta personal médico que atienda a la población; en la única clínica que tienen, muchas veces, dijo, sólo atienden hasta las el medio día y el resto no hay nadie.   

Denunció que tampoco se destinan recursos para temas de salud, campañas de embarazos no deseados y labores de parto, lo que obliga a las personas a tener que salir de la comunidad o acudir a clínicas privadas, sin embargo, no todas las personas tienen el recurso para hacerlo.   

Las personas que tienen diabetes o hipertensión les dan cita cada 15 días o cuando haya personal médico, añadió. “La clínica no está en condiciones y no hay personal médico”, indicó.   

Si una mujer embarazada está en labor de parto tiene que salir de la comunidad, hasta el hospital de Valladolid, o recurrir a las parteras tradicionales para tener a su bebé en sus casas.   

Venancia Coh Chuc, representante del INPI en Quintana Roo, comentó que el turismo que se ha detonado en el estado tiene un impacto en la vida comunitaria, pues muchas personas, sobre todo hombres, han abandonado sus pueblos para ir a trabajar a los centros de Cancún, lo que ha ocasionado que se dejen de realizar prácticas mayas como la milpa.  

Las mujeres se quedan en la comunidad y tienen que buscar las maneras de solventar sus gastos; se han vuelto las lideres de sus familias y sus pueblos.   

Para fortalecer la identidad maya y las prácticas, la dependencia promueve programas de promoción de los rituales mayas ancestrales, rezos mayas, música y se promueven los derechos entre las mujeres indígenas y apoyos para que puedan trabajar el campo o dedicarse a las artesanías, siembra de diversos cultivos.   

También, dijo que el turismo ha afectado la identidad maya, ya que en muchos espacios hay apropiación y folclorización de la cultura, los mayas son retratados de manera incorrecta para fines turísticos.   

Nehemías Chí Canché, encargado del INPI en Campeche, indicó que los atrasos que existen en las comunidades es consecuencia de que los pueblos han sido manipulados durante más de 400 años aunado a la discriminación que sigue latente, “no termina hasta el día de hoy”.   

Para que esto cambie, dijo, es necesario que la población conozca sus derechos y unirnos con ellos para luchar. “Jamás les enseñaron que tenían derechos, sólo obligaciones”, recalcó.   

No obstante, reconoció que con la actual administración federal esto está cambiando, ahora son reconocidos como sujetos de derechos, y tienen personalidad; aunque dijo que todavía hay pendientes en la salud, hay pueblos mayas donde no hay personal y sólo atienden algunos días.  

Dijo que se trabaja con las comunidades para que puedan hacer valer sus derechos de manera organizada. “Parece que los mayas no se pueden enfermar, tiene que haber igualdad, no nos pueden tratar de esa manera”, recalcó.   

Domitilo Carballo Cámara, representante del INPI en Yucatán, indicó que con las reformas constitucionales las comunidades mayas tendrán el respaldo de la constitución para poder hacer valer sus derechos, y que no se tomen decisiones desde un escritorio.   

“Que se tome en cuenta sus consultas, sus decisiones y su libre determinación frente proyectos que puedan afectar sus recursos naturales y la vida de su ciudadanía”, agregó.

A su vez, se busca que los sistemas de justicia también sean respetados, además que ya no haya más discriminación hacia los pueblos mayas, que estos tengan derecho a un juicio justo y en su lengua materna.   

También, añadió, que las comunidades puedan ejercer de manera autónoma sus gobiernos y no depender únicamente de los gobiernos municipales o estatales, que puedan administrar sus recursos en beneficio de sus pueblos.

Por eso, remarcó que en este encuentro se generaron diálogos de reflexión para que entre los tres estados se puedan apoyar mutuamente.

 Edición: Estefanía Cardeña