Educación sexual integral es necesaria para prevenir embarazo infantil y adolescente

En el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, 26 de septiembre, la doctora Ligia Vera Gamboa, especialista y docente del Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) recuerda la importancia de brindar educación sexual integral a niños y adolescentes para evitar la concepción indeseada, así como protegerlas de abuso sexual y/o violación.

Desde 2017 México es el primer lugar en embarazos adolescentes en toda Latinoamérica, dijo, y "es el segundo país a nivel mundial en tasa elevada de embarazo en adolescentes".

Por eso, apuntó, este día es relevante para recordar la importancia de sumar esfuerzos en torno a la prevención, especialmente tomando en cuenta que muchos de los embarazos infantiles o adolescentes ocurren como producto de la violación o abuso sexual al interior de los hogares.

Lee: Yucatán: Piden acciones para prevenir el embarazo infantil y adolescente

“El impacto del embarazo no es igual en una niña de 10-14 años que el que puede haber de 15 a 19, al menos físicamente hablando”; sin embargo, resaltó que el impacto sicoemocional en ambos casos es grave, pues las niñas y adolescentes que se embarazan dejan de vivir la etapa de sus vidas en la que se encuentran y no pueden desarrollar un proyecto de vida.

En el caso de las adolescentes, éstas suelen relacionarse con hombres mayores que ellas, con 23 o más años cuando ellas tienen 15, “esto nos habla de una relación desigual y es una de las situaciones que pueden desencadenar la presencia de un embarazo no planificado en estas edades”, detalló. 

En Yucatán, con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al 2021, 14.3 por ciento de los embarazos registrados fueron de madres adolescentes (considerando menores de 20 años), aunque de 2010 a 2021 la incidencia ha disminuido, pues en ese año el porcentaje era 17.9 y en 2015 fue 17.2.

La educación sexual integral es uno de los elementos que debe emplearse para evitar los embarazos infantiles y adolescentes, apuntó.

Con el Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo Adolescente (Gepea), informó, tienen diversas actividades para abonar a la disminución de la problemática; las asociaciones suelen brindar pláticas sobre educación sexual y sexualidad responsable, dando la información necesaria sobre métodos anticonceptivos.

A nivel institucional, señaló, hay una estrategia nacional desde el 2015 para que en los centros de salud haya “servicios amigables” brindando atención a adolescentes para la provisión de anticoncepción ideal.

Cuando la niña o adolescente ya está embarazada, continuó, los servicios de salud, en cumplimiento de la Norma 046, tienen la obligación de informar de forma suficiente para que tome la decisión de continuar o no el embarazo. “No es obligarla a continuar el embarazo”.

Más allá de las creencias personales o la objeción de conciencia, afirmó, las instituciones de salud tienen la obligación de brindar la interrupción del embarazo de forma segura, por ley; por lo que incluso si no hay personal capacitado para el hecho o remite objeción de conciencia, deben derivarla a una unidad en donde puedan darle la atención.

El personal de salud incluso ha recibido capacitación al respecto para prevenir prejuicios en el procedimiento, además de la ruta para la detección, atención y protección integral de las Niñas y Adolescentes Madres y/o Embarazadas (NAME), que contempla la canalización de las menores de edad.

Apenas este fin de semana, una niña de 13 años llegó a una instancia del estado por violación, señaló que fue necesario seguir el protocolo para evitar que ocurra un embarazo. El objetivo es prevenir el embarazo para evitar el impacto que conlleva ser madres desde temprana edad, pues en muchos casos incluso tienen que dejar la escuela; así como darles la posibilidad de elegir si tener o no a su bebé si ya están embarazadas, finalizó. 

Sigue leyendo: Urgente, legislar interrupción del embarazo en la península de Yucatán: Cessex 

 Edición: Estefanía Cardeña