Por: Juan Carlos Ku Vera
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto negativo directo en la demanda de carne bovina yucateca, misma que se ha reducido drásticamente debido a la baja afluencia del turismo nacional y extranjero a Cancún, su principal mercado.
Es notoria la fragilidad de la cadena de distribución de productos de origen animal, y es pertinente discernir el origen de la carne que se distribuye en las despensas alimentarias que se reparten en las comunidades pobres, la cual se origina probablemente de las granjas de los grandes conglomerados pecuarios, y que son bienes de consumo que podrían ser producidos en los traspatios (aves, cerdos, conejos, pequeños rumiantes) lo cual reduciría la dependencia alimentaria de miles de familias yucatecas.
Cambio climático
El cambio climático está indisolublemente relacionado con la pandemia debido a la amenaza que representa para las cadenas de abastecimiento de alimentos. Las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del sector ganadero (metano, óxido nitroso) exacerban el impacto del COVID-19 al inducir el cambio climático y la ocurrencia de fenómenos climáticos extremos.
La pandemia obliga a la reflexión acerca de la pertinencia de los sistemas de producción ganadera que tienen gran impacto sobre los recursos naturales (el agua, el suelo, el aire y la biodiversidad vegetal), sin embargo, es sencillo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las especies de animales rumiantes (bovinos, ovinos, caprinos, venados), con 34 millones de bovinos en México, los cuales todos los días eructan millones de litros de gas metano a la atmósfera.
La investigación realizada en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UADY ha demostrado lo práctico que resulta reducir las emisiones del gas metano en rumiantes, con plantas originarias de la región como el huaxín, el pich, el chacá, el ox, el pixoy y muchas otras especies presentes en Yucatán.
La exportación de ganado bovino en pie no parece haber sido afectada por la pandemia, pues México exportó en el primer trimestre de este año, 343 mil 588 cabezas de ganado bovino en pie a EU. Es probable que la pandemia conduzca a la población a tener mayor cuidado al momento de comprar sus alimentos, de conocer más acerca del origen de la carne, la leche, los huevos, la miel, e induzca un cambio hacia mecanismos de trazabilidad más estrictos a lo largo de la cadena alimentaria.
Prevemos que algunos sectores de la población intentarán realizar algunos cambios en la dieta, al hacerse ahora evidente el importante papel que están jugando las co-morbilidades asociadas (obesidad, diabetes, hipertensión) a la letalidad del COVID-19.
La FAO ha predicho que el hambre podría afectar a 10 millones de mexicanos. En ese sentido, el yucateco promedio come mal debido a que predominan en su dieta los alimentos chatarra y las bebidas endulzadas,lo cual predispone al sobrepeso, la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
*Laboratorio de Cambio Climático y Ganadería FMVZ UADY
Edición: Ana Ordaz
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