Hasta 2021 se dará solución al 'Paso Deprimido', Renán Barrera

El distribuidor vial mejor conocido como “Paso Deprimido” comenzó a presentar daños desde 2012, lo que ha significado 79.4 millones de pesos en mantenimiento y reparaciones por parte del Ayuntamiento de Mérida, por lo que hoy fueron convocados de manera formal los especialistas que se encargarán de elaborar propuestas viables para tomar la decisión más óptima, sin embargo, hasta ahora no hay una fecha definida para la entrega de diagnóstico.

“El compromiso de esta administración es que el primer semestre del próximo año tengamos una solución, independientemente cuál vaya a ser. No tenemos una fecha porque dependerá de los análisis que el Colegio de Ingenieros tenga a su alcance, yo espero que tengamos a principios de año una diagnóstico, pero no hay fecha exacta”, indicó en rueda de prensa, el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha.

Además, precisó que la Glorieta de la Paz es una obra que ha presentado deficiencia en su diseño desde su origen y a las siguientes administraciones les ha tocado reparar daños y errores.

“Los especialistas y el Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán trabajan en propuestas cuantificables, que nos permitan escenarios claros en cuanto a costos, efectividad y tiempos de reparación porque estamos conscientes de que no podemos dilatar más esta resolución”, indicó.

A manera de recuento, el director de Obras Públicas, David Loría Magdub, dio a conocer todas las reparaciones que se han hecho en la zona  y también hizo hincapié que se trata de problemáticas que se han venido arrastrando.

La obra fue inaugurada el 9 de octubre del 2011 y estuvo a cargo de la constructora Asesoría Proser. 

Exactamente un año después, el cárcamo presentó fracturas interiores y se presentaron las primeras inundaciones, para ello, el Ayuntamiento destinó 64.4 millones de pesos para la descarga de agua a través de bombas hacia pozos a manto salino. 

En 2013, el paso fue cerrado para corregir filtraciones y daños en rejillas y para entonces fueron 700 mil pesos.

Un año más tarde, en dos ocasiones el “Paso Deprimido” fue cerrado por lluvias y con 600 mil pesos tuvieron que ser instaladas bombas y pozos azolvados. Ocho meses más tarde, el Ayuntamiento brindó mantenimiento a las líneas de desagüe y bombas, con 300 mil pesos. 

En 2015, con otros 200 mil pesos, cuatro bombas recibieron más mantenimiento y en ese mismo año también el municipio detectó que operaba automáticamente el electro-nivel de forma continua, generando altos consumos de energía y esto significó un costo de 9.36 millones de pesos.

Cinco años después, es decir, en este 2020, las tormentas Amanda y Cristóbal ocasionaron que subiera el nivel de agua hasta 1.85 centímetros. Con 360 viajes de pipas y cuatro bombas de achiques, fue posible desalojar 4 millones de litros de agua, por lo que el gasto ascendió a 760 mil pesos. 

En una primera etapa de reparación, modificaron descargas e instalaron dos bombas nuevas y dos fueron rehabilitadas, cambiaron tableros de control y repararon transformador para operar el paso seco, todo esto con una inversión de 1.62 millones de pesos.

A pesar de que el 31 de julio, el “Paso Deprimido” fue abierto y se solicitó una inversión de 1.30 millones de pesos, en octubre fue cerrado de nueva cuenta por las lluvias que dejaron a su paso Delta y Gamma. Estas lluvias han generado un daño hasta de 50 por ciento en el concreto hidráulico y esto impide que sea abierto.

De acuerdo con registros de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), antes que se presentara la pandemia por coronavirus (COVID-19) en la entidad, había un registro de tránsito vehicular en la zona de 47 mil autos, de los cuales 60 por ciento pasaba por arriba y el resto precisamente por el paso de desnivel.

El diagnóstico estará a cargo del Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán y por miembros de la  Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural en Yucatán (SMIE).

Edición: Laura Espejo