Personal del Caimede, sin contrato

Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

28 de agosto, 2015

La descomposición social que se vive actualmente ha provocado el ingreso de un mayor número de niños al Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo (Caimede), quienes en caso de maltrato sufrido en el seno familiar encuentran en el Hogar el último recurso para ser protegidos, aunque éste no es idóneo para su desarrollo, declaró Mitsuo Téyer Mercado, jefe del Departamento Jurídico del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Yucatán.

Al ser entrevistado por La Jornada Maya sobre las denuncias de tres trabajadoras sociales que laboran en el Caimede, las cuales prefirieron mantener el anonimato, Téyer Mercado señaló que sí existe un problema en cuanto a las prestaciones, debido a que son suplentes y no están contratadas con base, además de que existe una rotación constante en el personal sin contrato.

Reconoció que “sería muy poco ético de mi parte decir que no hay un problema, pero sí está siendo atendido tras haber hablado con el personal, los directivos y funcionarios. Además se incrementarán las bases, pero paulatinamente.”

Las trabajadoras sociales del Caimede señalaron en las últimas semanas que trabajan sin prestaciones. En caso de enfermedad, la directora María Cecilia Peniche Mendiburu no les acepta justificantes de médicos particulares.

Las mismas empleadas revelaron que se dio un caso de violencia; una compañera le lanzó un zapato a un menor. El hecho está en investigación, según indicó Téyer Mercado. “El momento en que lastimen a un niño, yo actúo y la actuación es inmediata: separación y denuncia”, declaró.

“El crecimiento desmedido de la población de niños en el Caimede —atienden a 300 menores— ha provocado que ingresen trabajadoras suplentes, que no pueden ser contratadas ni tener prestaciones. Eso es algo de lo que están al tanto al entrar”, afirmó.

Expresó que contratar a alguien de base es complicado por las limitaciones económicas, aunque el director del DIF, Límber Sosa Lara y la presidenta, Sarita Blancarte de Zapata, gestionan constantemente ante la Secretaría de Administración y Finanzas para ampliar el número de bases permitidas. De igual forma, quienes entran como suplente son quienes tienen más oportunidades de obtener un contrato. Han sido más de 20 las que han pasado por ese proceso, agregó.

“La gente que entra como suplente sabe las condiciones de trabajo”, dijo; sin embargo, se ha reunido con las trabajadoras para ofrecerles soluciones a los conflictos que se presentan. Expresó que su prioridad son los niños desamparados, no las niñeras, aunque tampoco deben menoscabarse sus derechos laborales.

“Las cosas se han endurecido en beneficio de los niños”, mencionó, “ha habido ajustes para mejorar su situación y el último filtro soy yo, ni siquiera la directora”. Los trabajadores se han acercado a él para hablar de los problemas que existen, añadió.

Al ser suplentes, carecen de seguro social, por lo que deben recurrir a servicios médicos externos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o el Seguro Popular, tales como Farmacias Similares o particulares, señalaron las trabajadoras.

Hace ocho meses Teyer Mercado se reunió con el personal del Caimede, y se le indicó que existían irregularidades en la cuestión de permisos y justificantes médicos de consultorios privados. Él permitió que fueran aceptados.

También instruyó al personal para que vayan a las instalaciones del DIF y se afilien al Seguro Popular para que cualquier persona que encaje con el perfil pueda hacerlo sin ninguna condición. Además, dijo, el derecho laboral contempla que las personas que hayan trabajado al menos seis meses tienen acceso a la Ley de Seguro Popular, decisión que no está sujeta a la interpretación del DIF.

[h2]Los “niños invisibles [/h2]

Téyer Mercado declaró que los niños que llegan al Caimede arriban a pesar de que es el último lugar en el que deberían estar; pero al ser víctimas de violencia física, lesiones, abuso sexual y violaciones por parte de sus padres o algún otro familiar, deben recurrir al Hogar como último recurso para escapar de esa vida de maltrato. Además, el vivir en núcleos descompuestos hace que los menores sean propensos a incurrir en situaciones de riesgo como delitos o adicciones, agregó.

“Hay niños que llegan quemados o parapléjicos por los golpes recibidos. El niño que se ahogó hace un mes, del cual el Caimede se hace totalmente responsable, no era visitado por su padre, por lo que sus tíos lo intentaban apoyar y sacar adelante”, declaró.

La misma descomposición social ha hecho que algunos padres descuiden a sus hijos cuando hacen alguna “majadería”, por lo que se vuelven “niños invisibles” que carecen de educación ética y responsable, mencionó.

Señaló que “tristemente, como sociedad no estamos educando bien a nuestros hijos. Es una realidad”. tEsto sucede porque el núcleo familiar se ha roto, se ha modificado la concepción de la familia y existe una pérdida de valores; además, cada día somos más personas y hay menos oportunidades, apuntó.

Mérida ha crecido exponencialmente y se involucran factores económicos, culturales y tecnológicos que por los que el número de niños en el Caimede ha incrementado, añadió.

Señaló que la unión como sociedad es capaz de sacar a la gente de pobreza y marginación; depende tanto de instituciones públicas, privadas, asociaciones civiles y “cada uno de nosotros como ciudadanos.”

En el Caimede “estamos creciendo y educando a gente que desafortunadamente no está en el mejor lugar posible que es su familia; pero su familia está mal”, expresó. A pesar de ello se busca involucrar a la sociedad civil organizada a través de asociaciones civiles, universidades, la Escuela Superior de Artes de Yucatán (Esay) y el Centro de Prevención del Delito de Yucatán (Cepredey) para realizar actos que alegren la vida de los menores, dijo.

Ante el complicado panorama económico que se avisora para los próximos meses, el abogado del DIF enfatizó que deben fortalecerse las instituciones como el Caimede y la Procuraduría para la Defensa del Menor (Prodemefa). “La asistencia social no puede tener una disminución, los niños tienen que ir hacia adelante, nunca hacia atrás.”

“El artículo cuarto de la Constitución deja en claro que los menores son la prioridad y la apuesta hacia el futuro, es por ello que la Reforma Educativa es la que más impulso recibe en los tres niveles de Gobierno”, comentó.