Autoridades buscan sembrar el terror

Eduardo Lliteras Senteís
Cartón: Rocha/En la mira
La Jornada Maya

10 de Agosto de 2015

Los diarios de otros estados del país revelan un rostro informativo del que difícilmente nos enteramos en Yucatán, envueltos como estamos por la espesa nube de silencio que sólo se rompe por acontecimientos brutales, como el reciente asesinato de cinco personas en la colonia Narvarte en el DF, hablamos del artero crimen en el que fueron ejecutados la colombiana Mile Virginia, el periodista Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera Pérez, así como la empleada doméstica Olivia Alejandra Negrete Avilés y la estudiante michoacana Yesenia Quiroz Alfaro.

Nada más llegar a Tabasco, hojeando las portadas de los diarios uno se entera del asesinato de otro fotoperiodista de nombre Adrián Martínez López, quien laboraba para Presente: Adrián apareció muerto en Veracruz, con el tiro de gracia y con piernas y manos atados con cinta.

Los diarios tabasqueños también publican las extorsiones denunciadas por dos ex alcaldes, quienes narraron que personal del Órgano Superior de Fiscalización exigió fuertes cantidades de dinero a cambio de no reprobar sus cuentas públicas. Por si fuera poco, informan de la captura en Villahermosa del líder del cártel Independiente, de Acapulco, quien operaba desde Tabasco los plagios cometidos en Guerrero, entre otros delitos. Los comentarios de la gente explican con claridad la escalada violenta en Tabasco: asaltos a mano armada, plagios, ejecuciones, robos en calles, plazas, lugares turísticos. Me platica un taxista que el número de ejecutados en Tabasco tuvo un repunte significativo entre enero y julio de 2015.

El país se hunde en un abismo negro como su suerte, ya que a la par de la devaluación, de la caída del precio del petróleo, de los recortes presupuestales para la segunda mitad del año y la desaceleración de la economía del país, debemos afrontar la inseguridad que no conoce límites (ni entidades) y que es un baño de sangre con fines políticos y motivaciones económicas con decenas de periodistas asesinados en México (más de un centenar en 12 años). Estamos ante un genocidio, es decir, el exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos. Ese grupo son los periodistas y las motivaciones son política y económica.

[b]Tribunal internacional que procese causas[/b]

Como señala Edgardo Buscaglia, experto internacional en combate al crimen organizado, los asesinatos de periodistas en México tienen motivaciones económicas: “tienes a la delincuencia organizada trabajando operativamente con políticos”, afirma. De allí que nunca prospere, en el sistema judicial, alguna investigación que involucre a un político con el crimen.Estamos ante un pacto de impunidad.

Por “eso en México necesita ser presionado por una comisión internacional que genere material probatorio para que un juez mexicano o, en el mejor de los casos, un tribunal internacional procese las causas” que involucren a periodistas asesinados, por ejemplo, asegura.

En el caso de la Narvarte hay motivos políticos, pese a que las autoridades intenten echar por tierra cualquier investigación con irregularidades (como establecer el robo a priori como móvil o criminalizar a las víctimas por su nacionalidad) para evitar relacionar a alguna autoridad del estado de Veracruz con la matanza de días pasados.

Estamos ante una estrategia aplicada tradicionalmente por la autoridad en México para enturbiar casos que no quieren resolverse.

El pasado 13 de febrero se reunió en Mérida el llamado gabinete de seguridad de la zona sureste del país. Llegaron funcionarios federales y los gobernadores de siete estados (incluido el veracruzano Javier Duarte), así como Miguel Angel Osorio Chong, titular de Gobernación.

Ante la escalada violenta en el sur-sureste (incluido Yucatán) y de la impunidad, estas reuniones se antojan puramente propagandísticas o poco productivas.

Los asesinatos de periodistas y activistas buscan sembrar el terror entre quienes se atreven a cuestionar el statu quo reformista, en medio de una anunciada crisis de gobernabilidad, por el “malestar social”, señalada ya por agencias como Merrill Lynch, y que crecerá por el panorama económico.

[b]El PAN vota[/b]

El próximo día 16 los panistas elegirán al nuevo presidente del Partido Acción Nacional en Yucatán, entre dos opciones antagónicas y que definirán también el futuro de ese instituto político en el sureste: hablamos de Alfredo Rodríguez y Pacheco y Raúl Paz Alonso.

La opción de Raúl Paz acercará al PAN con el PRI, convirtiendo a ese partido en una oposición a modo, que no representa una amenaza para el partido gobernante en Yucatán rumbo a 2018. Es ya el inicio de la sucesión en el estado.

Además no se debe perder de vista al secretario general de Gobierno, Roberto Rodríguez Asaf, quien expresó interés por convertirse en candidato a suceder a Rolando Zapata Bello y que parece tener luz verde del mismo gobernador.