Manuel alejandro escoffié duarte
Foto: Fabrizio León
La Jornada Maya

13 de julio, 2015

"No hay duda: cualquier persona puede ser cautivada por el cine.” Así arrancaba el amarillento y deshilachado libro que descubrí en una librería de rebajas aquella tarde de otoño en 1998. Cómo acercarse al cine, de Leonardo García Tsao. El primero de muchos para mi evolución de espectador promedio a observador comprometido. Única copia en existencia. A mis incipientes quince años, ¿qué sabía yo sobre cine, fuera de los boletos al 2x1, las transmisiones por televisión o rentas en VHS? Era una actividad más, una mera distracción…nada demasiado importante. Hasta que comencé a leer ese libro.

Hoy, rescatar esa clase de literatura de la oscuridad de un anaquel es tan corriente como un chiste de Pepito. Sobre todo porque los secretos en sus páginas son cualquier cosa menos secretos. Casi toda obra fílmica, al igual que su bibliografía pertinente, nos espera a unos clicks de distancia. En ese sentido, no sorprende que Mérida presente ciertas señales de fertilidad cultural alrededor del séptimo arte. Mientras que muchos años atrás las proyecciones del maestro. Mario Helguera Bolio representaban el único refugio para degustar un “menú” fuera de carteleras comerciales, otros espacios para una cultura cinematográfica más incluyente han brotado en tiempos recientes. La “democratizadora” tecnología digital ha hecho concebible la noción del uso personalizado de herramientas básicas para la producción audiovisual. Y para quienes no hacemos cine pero escribimos sobre él, con un mero blog el cielo es el límite.

Es verdad, de diferentes maneras, hay mucho cine en Yucatán. De hecho, hay tanto que hemos llegado a tomarlo como algo por sentado. Nos hemos malacostumbrado a tenerlo sin molestamos en pensar de manera seria respecto de él. En la medida en que disfrutarlo no implique esfuerzo o sacrificio, corremos el peligro de diluir su importancia. De relegarlo a niveles superfluos y cobardes. A mediocres parámetros de apreciación obedeciendo a gustos en lugar de verdaderos conocimientos y sustituyendo argumentos por relativismos y racionalizaciones.

Mi llamado a un compromiso intelectual está dirigido a quienes conforman el panorama cinematográfico en nuestra entidad sin mayores motivos que los acrediten, además de su “pasión” por el cine, quienes se perciben como críticos mientras usan términos como “crítica” y “reseña” en calidad de sinónimos.

Los “expertos” en Stanley Kubrick que no conocen otra obra suya aparte de Naranja mecánica (1971). Los videastas esperando que caigan apoyos estatales del cielo mientras insisten en colocar los cimientos de una “industria” local en donde, al menos por ahora, lo único que existe son esfuerzos aislados. Lejos de un ataque o reclamo, estas líneas constituyen una invitación a la sensatez. A sacudirse las pretensiones y armarse de valor para admitir que saben muy bien que no saben. O al menos que no saben tanto como suponen. Vean. Lean. Reflexionen. Argumenten. Mantengan la pasión, pero no permitan que los controle. No se limiten a decir “amo el cine”. No insulten ese amor dándolo por sentado.

No pretendo ser mejor que ustedes. De hecho, estoy seguro que ninguno repitió tantas veces estos errores como un servidor. García Tsao no cambió al instante mi manera de entender el cine. Pero constituyó la primera etapa de un extenso viaje de autorreflexión, en cuya actualidad me siento bastante seguro para seguir apreciándolo y cuestionarme el por qué es importante para mí. ¿Por qué hay películas que no puedo dejar de ver? ¿Por qué desearía jamás haber visto otras? ¿Por qué estoy dispuesto a usar uñas, dientes y argumentos en defensa de unas y a sospechar de quienes hagan lo mismo por otras? ¿Por qué me niego a minimizarlo con pobres etiquetas como “hobby”, “afición” o “pasión”? Quizás porque, como en todo amor verdadero, no puedo darme el lujo de medias tintas.


Lo más reciente

Duele Celestún

Una reserva amenazada por la captura ilegal, la política y el daño ambiental

Rafael Robles de Benito

Duele Celestún

Detienen a quinta persona implicada en secuestro y asesinato de maestra Irma Hernández en Veracruz

El sujeto es señalado por el delito de secuestro agravado

La Jornada

Detienen a quinta persona implicada en secuestro y asesinato de maestra Irma Hernández en Veracruz

El fin de una era en la SCJN

Editorial

La Jornada Maya

El fin de una era en la SCJN

El antropólogo Víctor Arturo Martínez, nuevo director del Centro INAH Yucatán

El funcionario buscará proteger, conservar y divulgar lo relativo al patrimonio cultural de la entidad

La Jornada Maya

El antropólogo Víctor Arturo Martínez, nuevo director del Centro INAH Yucatán