Verónica Camacho Chávez
La Jornada Maya
Mérida
2 de mayo, 2015
Enmarcados por el Día de la Tierra, la agrupación Káa Nán Iinájóob: Guardianes de las semillas y la cooperativa K-et Xíimbal: Caminando juntos, así como el comité organizador de la Feria de las Semillas del Sur de Yucatán, dieron a conocer la situación de riesgo que corre este patrimonio genético de los mayas y confirmaron su compromiso de continuar defendiéndolas, como han hecho desde 2002.
Francisco Cab Uc, del municipio de Chacsinkin, señaló que desde hace 13 años, por medio dela feria han organizado comités microrregionales y peninsulares para el intercambio de semillas nativas en diferentes regiones que van desde los Chenes de Campeche hasta el poniente de Bacalar.
“Son espacios para el intercambio, adquisición, conservación, valoración de las semillas de la milpa, para compartir experiencias con otros campesinos y para festejar y defender la vida del sagrado maíz”, señaló.
Bernardino Canul, de Tahdziú, informó de que las primeras cuatro ferias que organizaron se llevaron a cabo en Chacsinkin, y a partir de 2006 las realizaron en otros lugares. También desde entonces se han unido a instituciones educativas para fortalecer su labor, como la Escuela de Maní, el campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Uady, la Universidad de Oriente de Valladolid y el Centro Regional Universitario de la Península de Yucatán.
“Durante este camino nos hemos dado cuenta de que las semillas son guardadas cuidadosamente y con celo en las comunidades de toda la región; sin embargo, después de la primera feria donde se mostraron maíces de todas las zonas, nos entusiasmó ver las variedades que necesitábamos y que muchos pensamos ya se habían perdido o era casi imposible encontrar, lo que nos impulsó a continuar con la realización de las ferias”, dijo.
Idelfonso Ya Alcocer, también de Chacsinkin, señaló que cada año son más las variedades de maíz que cuentan; comenzaron con 11 y este año, gracias al trabajo de campesinos de Xbox, Xoy, Timul, Sisbik, Dzutoh, Sabacché, Tahdziu, Nenelá, Kambul, Kinit y Chacsinkin, pueden ofrecer 20 más, además de las 55 semillas de otros cultivos de la milpa como frijol, ibes, camote y calabaza.
“Son variedades de semillas heredadas de nuestros padres y abuelos, y que son nuestros patrimonio cultural, junto con la práctica y los saberes para cultivarla; incluso hemos avanzado en el conocimiento, registro y la capacidad productiva que se estaba perdiendo. Las comunidades mayas estamos compartiendo este conocimiento con los valores de la cosmovisión maya”, expresó.
Victoriano Valle, de Tahdziu, indicó que en el esfuerzo conjunto de sistematizar sus saberes han realizado y colaborado en estudios y diagnósticos sobre la diversidad de estas semillas. “Sin duda agradecemos la colaboración de las instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil, del gobierno federal y de nivel internacional, que respeten nuestra responsabilidad y nuestras decisiones”.
Señaló que; sin embargo, las condiciones ha cambiado: “estamos ante el peligro de que las semillas nativas sean desplazadas por materiales transgénicos e híbridos, lo cual sería una pérdida histórica, no sólo para los mayas, sino para todo el planeta. Estas semillas tienen las características de ser más fuertes ntea las sequías, plagas e inundaciones”.
Pedro Poot Pat, de Tahdziu, indicó que ahora mismo estas semillas podrían ser un simple trámite, ser apropiadas y utilizadas comercialmente por empresas como Monsanto, por lo que desde 2013 acordaron junto con la comunidad de Sisbick, campesinos del sur, ser los guardianes de las semillas de la milpa, declarando que las más de 20 variedades son patrimonio de todas las comunidades donde se siembran y reproducen, “sin necesidad de registro o patente”.
“Ratificamos nuestro derecho a decidir sobre el uso y beneficios derivados de nuestra biodiversidad y de nuestras semillas, y a la comercialización de las mismas por parte de empresas o agentes externos, ya que nosotros podemos conservarlas, reproducirlas, mejorarlas e intercambiarlas, y en caso necesario pedir colaboración de quien se comprometa a apoyarnos, respetando sus derechos”, finalizó.
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