La Jornada Maya
Fotos: Comunicación Universidad Marista
Lunes 7 de noviembre, 2016
"Soñé con tu madre", le dice un padre a su hija. "¿Y cómo está?", le pregunta. "Yo hace mucho que no sueño con ella. Es que ya eres mayor; tienes más años de los que tenía ella cuando murió; estaba igual, igualita. Soñé que íbamos a los lugares en los que solíamos pasear… Y tuve miedo de que ya no le gustara, pues estoy ya viejo, y ella sigue tan joven".
Padre e hija conversan en un maya arrullador, que se plasma en una animación sencilla, en la que se entretejen historias a punto de cruz.
El padre confiesa que extraña a su esposa y que le gustaría estar con ella. La hija, entonces, le revela a su padre su preocupación; teme que él también muera, que se vaya, que se quede sola.
"No te preocupes, le responde; así es la vida. Nosotros sólo fuimos un instrumento, tú eres única y vivirás muchos años; y serás feliz aún sin nosotros".
"La última danza" es una de las sesenta y ocho historias que conformarán el proyecto llamado precisamente [i]Sesenta y ocho voces[/i], del despacho [i]Combo[/i], que pretende fomentar el orgullo de las lenguas que se hablan en México, entre ellas el maya.
Ya hay, hasta el momento, veintidós historias y once están en producción. El diseño y la animación están a cargo de Gabriela Badillo, que el jueves impartió la conferencia «El diseño y la animación como medio social» y el viernes ofreció un taller en la Universidad Marista de Mérida.
La historia narrada en maya está basada en un cuento de Isaac Esaú Carrillo Can, traducido por Fidencio Briceño Chel, quien igual presta su voz, junto con la de Aída Noemí Euan Cen. La música está a cargo de Enrique Quiroz. La animación dura dos minutos y medio y puede verse en el siguiente enlace: http://68voces.mx/maya-la-ultima-danza-1.
Esta es una de las historias que más le gusta a su autora, Gabriela. «Mi abuelo es maya, de Maxcanú», señala la diseñadora, quien trabaja en la Ciudad de México.
El proyecto [i]Sesenta y ocho voces[/i] tiene un alto contenido social, y es precisamente sobre ese tema del que habló la profesional en la Marista.
«Tanto el diseño como la animación son medios, no fines», señala. «Como profesionales de estas áreas tenemos que cerciorarnos de que todos nuestros trabajos tengan un fondo; un por qué y un para qué».
La mayoría del trabajo de Gabriela y del despacho [i]Combo[/i] recibe el apoyo de entidades gubernamentales, como el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y el Canal 11. Sin embargo, hay empresas que igual se han interesado en este proyecto social. «Una cafetera incluso patrocinó las historias de Chiapas».
"La responsabilidad social son los huesos de la profesión". Este fue el principal mensaje que le dio a los alumnos de la licenciatura en Diseño Gráfico de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Marista.
«Su trabajo los debe de apasionar, y así crecer es muy fácil. Si se estancan, si se quedan en lo gris, no disfrutarán su profesión». Gabriela lo dijo y lo demostró con su trabajo.
Mérida Yucatán
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