Paul Antoine Matos
Foto: Tomada de la web
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 25 de abril, 2016

Jugaba béisbol en el equipo de Teabo, su municipio, y se dedicaba a la albañilería, así como a cortar árbol de ramón. A los 30 años, Luis Demetrio Góngora Pat dejó atrás a su madre, su esposa y sus hijos, para perseguir el Sueño americano, pero hace unos apenas unos días fue asesinado.

Tras cruzar la frontera que separa a México de los Estados Unidos, Luis Góngora llegó a San Francisco, California; ciudad cosmopolita con una gran diversidad. Chinos, afroamericanos y latinos, yucatecos –incluyendo mayas–, viven en los barrios de un lugar famoso por los terremotos, las calles curvas y el puente Golden Gate.

Durante una década se dedicó a trabajar en un restaurante como asistente de cocina, hasta 2012, donde aparentemente vivía con familiares. El dinero que enviaba sirvió para mejorar la vivienda a la que nunca retornó. Ahora, en su casa se observa un altar en su honor.

El yucateco fue asesinado el pasado siete de abril por el sargento Nate Steger y el oficial Michael Mellone, de la policía de San Francisco. Durante los últimos dos años vivía en la indigencia, en un campamento de Homeless, sobre la calle Shotwell del distrito Mission. Wong indicó que en algún momento de 2012, Luis perdió su apartamento y su trabajo, lo que le obligó a vivir en una tienda de campaña sobre la banqueta, aunque uno de sus hermanos presuntamente vivía cerca. La indigencia de Luis Góngora no es un fenómeno aislado. De acuerdo con Alberto Pérez Rendón, integrante de la Asociación Mayab, que trata con migrantes de origen maya, San Francisco vive una crisis de vivienda histórica, que obliga a la clase trabajadora, entre ellos los migrantes, a vivir en condiciones deplorables, pues los precios de renta son muy altos.

“San Francisco tiene una industria vibrante de cocina internacional, desde la taquería de la esquina hasta restaurantes de cinco estrellas en hoteles”, señala. Ante esas oportunidades, gran parte de la comunidad maya-yucateca se integra eficientemente en el sector, un 90 por ciento aproximadamente, puntualizó.

El salario mínimo es de 15 dólares la hora, lo que genera que muchas personas que viven con el sueldo básico deban encontrarse un segundo o un tercer empleo, aseveró.

El costo de vida en San Francisco provoca que los migrantes tengan que rentar un espacio entre varias personas; de cinco a 10 viven en un cuarto pequeño.

[b]Maya-yucatecos[/b]

Para un migrante de origen maya, San Francisco se ha convertido en un destino común. El cambio tan drástico puede provocar un choque cultural, expresó Pérez Rendón.

Los migrantes se encuentran con un medio más hostil e indiferente que su lugar de origen, con idioma y valores diferentes, sufren discriminación por su origen étnico.

Aunque entre la comunidad maya-yucateca existe una gran capacidad de adaptación y apoyo mutuo. “Al momento de llegar tienen trabajo esperándoles, tienen una gran esperanza en el futuro, una meta que cumplir, lo que les da energía para adaptarse y tener éxito en distintos casos”, declaró.

Por tanto, el caso de Luis Góngora es excepcional, porque tuvo que vivir en un campamento de indigentes, consideró.

Nota: con información de Julia Wong, periodista de The Guardian.


Lo más reciente

Cofepris emite nueva normas de operación para tatuadores: Esto es lo que debes saber

Todos los negocios de este tipo deberán obtener una tarjeta sanitaria

La Jornada

Cofepris emite nueva normas de operación para tatuadores: Esto es lo que debes saber


Nadal despega en Madrid con fácil victoria ante adolescente de 16 años

“Quiero seguir mejorando en lo que se pueda en todos los sentidos”, señala

Ap

Nadal despega en Madrid con fácil victoria ante adolescente de 16 años

Kanasín debuta como sede de la LMB con buen beisbol y emociones

La apertura de Valdez y el despertar del Mago Fuentes, entre lo mejor

Antonio Bargas Cicero

Kanasín debuta como sede de la LMB con buen beisbol y emociones