Texto y foto: La Jornada Maya
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 4 de octubre, 2018

En búsqueda de oportunidades laborales, Teodoro Castillo Balam se trasladó a la ciudad de Cancún, donde las ofertas de empleo se apegaban más a sus necesidades.

“Ganaba bien, pero no tenía la comodidad de estar cerca de mi casa y, además, carecía de las prestaciones de ley”, cuenta a [i]La Jornada Maya[/i].

Lejos de su natal Yucatán y de su familia no encontraba las condiciones de trabajo que anhelaba; hasta que de vuelta en su terruño, se le abrieron las puertas de Ganso Azul, donde encontró la estabilidad deseada.

Desde hace 8 años labora para la compañía maquiladora de Mérida como operario de costura. En este puesto ha podido potenciar otras habilidades y ha obtenido un ascenso con el que ahora tiene la tarea de coordinar a un grupo de 19 personas, al lado de quienes busca eficientar los procesos.

“Como líder de la línea tengo una responsabilidad, si me falta alguien o algo, tengo que ver por todo el proceso de producción y cómo mover a la gente para que el trabajo siempre salga avante”.

En esta área, Teo de 29 años, es el encargado de vigilar que todos los insumos estén listos para que la producción de prendas no se detenga ni en tiempo ni en cantidad. Asimismo, detalla que parte de su labor es generar un reporte de los resultados diarios, “realizo dos reportes; sacamos alrededor de 800 piezas al día; es decir, las las mangas, los cuellos; en fin, las partes que componen una camisa”.

Teo reconoce que ha aprendido a relacionarse más con la gente, ya que él debe establecer un canal de comunicación eficiente, capaz de transmitir a los empleados claridad en sus tareas, números de producción e incentivos, lo cual también genera una motivación en su colaboradores. El trabajo de Teo se ve apoyado por un equipo de supervisores, quienes asesoran a los líderes de línea en sus diversas tareas.

Nunca había estado al frente de un equipo, confiesa Teo, “es la primera vez y me siento con un poco de carga, pero me siento muy bien, y yo les enseño a mis compañeros lo que yo sé, más que nada para que todos ganemos y se vayan contentos”.

Sobre su ascenso en el área, relata que fue él mismo quien lo solicitó, pues vio la manera de aportar al equipo desde otro puesto, “hablé con mis jefes y me dieron la oportunidad de estar al frente del grupo y, hasta ahora, hemos dado buenos resultados”.

Los procesos de la empresa, detalla, permiten que el trabajo se distribuya equitativamente, “mientras todos trabajen a un ritmo ideal, no es necesario que otros hagan de más; es decir, se dividen las tareas; de esta manera, se genera un bono, y todos ganamos”.

[b]Crecimiento profesional y personal[/b]

El empleado afirma que su crecimiento dentro de la compañía ha ido a la par de su progreso personal, mismo que se ha reflejado en el manejo de sus emociones. “Te brindan mucho apoyo y uno aprende a controlar muchas cosas, como el carácter; no me gustaba hablar con nadie, y aquí me he vuelto más abierto”. Además, “Tenemos muchas comodidades, por un lado las prestaciones, contamos con enfermería, tenemos seguro, la oportunidad de transporte y un salario competitivo”, resalta.

Por otro lado, “se labora dentro en un buen ambiente y con buenas instalaciones”. La labor de la empresa al realizar actividades festivas genera un ambiente laboral distinto y, al mismo tiempo, propician la convivencia.

“Tengo amigos de mucho tiempo aquí”, cuenta Teo, y señala que tener un amigo dentro de tu lugar de trabajo puede influir de manera positiva en el día a día.

Finalmente, el empleado enfatiza que las facilidades de transporte que le brinda la compañía, así como tener dos días de descanso en fin de semana, le permite continuar con una de sus pasiones: el futbol. Juega este deporte desde hace 15 años, “siento que el deporte me ayuda mucho en cuestiones de salud y me sirve para desestresarme. Así paso mis domingos”.

Sin embargo, una de sus mayores satisfacciones en Ganso Azul, es el respaldo que representa para su familia. Hoy en día, Teo apoya a sus hermanos en su formación académica, y recuerda que él estudió hasta la secundaria, pues tuvo que abandonar sus estudios por falta de recursos. “Prácticamente, hoy yo soy la base de mi casa. Y eso me hace sentir bastante bien”.


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