Joana Maldonado
Foto: Gobierno del Estado
La Jornada Maya
Chetumal, Quintana Roo
Lunes 13 de mayo, 2019
Hay una preocupación generalizada en Bacalar, pues parece que no hay voluntad política del Ayuntamiento que encabeza Alexander Zetina Aguiluz para concretar los programas de Desarrollo Urbano (PDU) y de Ordenamiento Ecológico Local (POEL), aparentemente beneficiando a particulares que han iniciado desarrollos hoteleros sin normativa ni criterios ambientales.
El coordinador de vinculación en la Unión de Organizaciones Civiles de Bacalar, Marco Jericó Nava Martínez, consideró que al no existir un esquema de regulación y ordenamiento del territorio en Bacalar, las empresas particulares pueden desarrollar proyectos sin criterios ni normas de construcción.
En tal sentido, tanto la sociedad civil como la organizada se ha manifestado a favor de dichos esquemas de ordenamiento, “pero pareciera que no hay voluntad política suficiente, por lo menos a nivel municipal, para que éstos instrumentos se aprueben”.
Entre esta imprecisión de normativa, hay construcciones en proceso en diversas partes del municipio, como bien mencionó la dirigente de los hoteleros de Bacalar, Linda Argáez.
Marco Nava consideró que la carencia del marco regulatorio “pareciera favorecer a algún sector. No que está sucediendo es que están aprobando (desde el Ayuntamiento) cualquier cantidad de proyectos sin criterios ecológicos, o sea no existe este marco normativo que pueda asegurar el tipo de construcciones que se hacen, que tengan cierta altura, que cuenten con sistema de drenaje, que tengan elementos medio ambientales y a cambio siguen con la misma normatividad arcaica”.
Consideró que el gobierno municipal bacalarense debe cambiar la tendencia de replicar el modelo del norte del estado en términos de desarrollo urbano, social y económico; en cambio, debe promover otras actividades económicas que definan el perfil de turismo deseado.
Coincidió con la dirigente de los hoteleros sobre el hecho de que Bacalar no será capaz de resistir la masificación turística: “No estoy seguro de que Bacalar tenga la capacidad de resistir, ni su entorno ecológico ni su infraestructura sanitaria ni de servicios especialmente sin estos instrumentos”.
O turismo o agroindustria
La Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) realizó una modificación a la Ley de Asentamientos Humanos en la que toma la rienda de los temas que competen a los Ayuntamientos para gestionar modelos de desarrollo, lo que en el caso de Bacalar podría ser una solución.
No obstante, apuntó Nava Martínez, este ordenamiento promueve el desarrollo de la agroindustria, que al menos en Bacalar pone en riesgo el entorno y ecosistema, y por otra parte, son el preámbulo para el Tren Maya.
Consideró que lo anterior tiene implicaciones fuertes porque las autoridades no han entendido que existe una relación directa entre las actividades agrícolas, la calidad del agua del acuífero y la de los cuerpos de agua de uso recreativo.
“No podemos tener todo. La producción agrícola hace que los cuerpos de agua, tanto internos como superficiales, tengan exceso de nutrientes, lo cual genera un alga. Si le sumamos la falta de tratamiento de agua, pues tenemos un acuífero contaminado (…) Está como ejemplo Xul Ha, en donde tenemos ya agua que pasa por debajo de la zona cañera contaminando los cenotes”, declaró el activista.
“O nos dedicamos al turismo de naturaleza o a la agroindustria, no se está asegurando que las actividades sean sostenibles”, concluyó.
Esta falta de políticas hídricas mantiene una afectación en casi el 70 por ciento de los sistemas acuíferos de México.
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