Cansado de las largas que funcionarios de la Sección 47 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM); le han dado durante los últimos cinco años, para lograr la firma de la última plaza para su hija, tras su jubilación, lo cual es un derecho consagrado en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), el petrolero jubilado Olaff Zubieta Ortíz, se manifestó a las puertas de este gremio.
Denunció que hasta ahora persiste la venta de las plazas, ya que una persona que se identificó con él como primo de Víctor Manuel Kidnie de la Cruz, líder de la Sección 47 del STPRM, le pedía 150 mil pesos para resolver y lograr la firma de este contrato definitivo para su hija.
Vuelta
Cansado de los engaños de los directivos petroleros, Olaff Ortíz con una lona en la que exigía el cumplimiento de los derechos consagrados en el CCT, se manifestó a las puertas de la Sección 47 del STPRM, donde junto con los representantes de los medios de comunicación que cubrían la nota, fueron fotografiados y grabados por un grupo de al menos 10 personas, que con total libertad, entraban y salían de las oficinas de este gremio.
Explicó que se jubiló el 10 de julio de 2018, luego de laborar durante mucho tiempo en las plataformas marinas de Petróleos Mexicanos (Pemex), en la Sonda de Campeche, en especial en las instalaciones de Akal Lima.
“Al solicitar mi última plaza para mi hija María Guadalupe Zubieta Barrada, se me concedió su contrato, siendo a través del ex tesorero William Zapata, como se acordó que un compañero vigilante subiera a bordo, para firmar su planta definitiva y mi hija lo hiciera en tierra”.
Peregrinar
Desde entonces ha comenzado su peregrinar, para lograr que su hija, firme su planta definitiva, como derecho de su última plaza, en donde los funcionarios sindicales Tomás Escalante y Feliciana Gómez Marín, lo han engañado en múltiples ocasiones, sin darle una solución.
“No puedo decir que los dirigentes de la Sección 47, Víctor Manuel Kidnie de la Cruz y Víctor Matías Hernández Colunga, sean quienes no cumplan con este derecho, pero sus funcionarios de segundo y tercer nivel, evitan que los socios nos podamos acercar a ellos, para exponerles nuestros problemas”.
Denuncia
Denunció que entre las vueltas que le han hecho dar, una persona del sexo masculino, quien se identificó como primo de Kidnie de la Cruz, le pidió la cantidad de 150 mil pesos para que “mi problema fuera resulta y mi hija firmara mi última plaza, a lo cual me negué, pues no tengo por qué pagar por algo que es mi derecho”.
Expuso que los problemas de corrupción al interior del gremio persisten, ya que hay personas que como coyotes, venden a los trabajadores gestiones derechos que se encuentran consagrados en el CCT, cuyos trámites, debieran de ser gratuitos.
Edición: Laura Espejo
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