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La Jornada Maya
21/05/2025 | San Francisco de Campeche
Factores como la violencia, la desintegración familiar y la desesperanza ante la falta de oportunidades de estudio y empleo favorecen que los adolescentes y jóvenes busquen el alcohol, el tabaco y la mariguana, que son las principales drogas que consumen entre los adolescentes, afirmó el director del Centro de Integración Juvenil de Carmen, José Manuel Sánchez Bonilla.
Advirtió que existe una tendencia al consumo de sustancias desde la niñez, en adolescentes de secundaria y bachilleres, donde las primeras drogas que se consumen son alcohol y tabaco.
Estrategia
El especialista consideró que aunque se han hecho esfuerzos importantes, es necesario un replanteamiento en la estrategia institucional para revertir la tendencia de consumo, además de la disminución en las edades en las que los jóvenes se inician en el consumo de drogas.
“Desafortunadamente, la principal droga que consumen los jóvenes es el alcohol; los jóvenes están bombardeados de influencias y amigos que los invitan a consumir todo tipo de sustancias que los hagan sentir mejor, o al menos eso es lo que les dicen. Actualmente, la mariguana está permeando entre los muchachos, porque se ha perdido la noción de riesgo.”, comentó.
Señaló que tenemos que buscar también soluciones desde la educación, en la escuela, en la casa, para ver de qué manera podemos incidir, porque, por un lado, educamos y, por otro lado, existe muchísima publicidad que invita al consumo de drogas.
Por ese motivo, se han enfocado en capacitar a los padres mediante pláticas, folletos y actividades acerca de cómo detectar si sus hijos consumen alguna droga, con la finalidad de que los padres sepan cómo actuar en caso de presentarse esta situación.
Explicó que es a través de la estructura dentro de un hogar como se detecta cuáles son los valores que se inculcan y cuáles no, para ayudar a los padres a conocer y reconocer qué es lo que hace falta para fortalecer los lazos entre sus hijos.
“Éste se trabaja con grupos de familias, ya sea en la modalidad de círculos de lectura, o en sesiones informativas, con el fin de darles a los padres algunas recomendaciones para que puedan evitar que sus hijos consuman drogas”, dijo.
Puntualizó que la familia es una fuente de apoyo y protección para niños y jóvenes, pues dijo que es donde se adquieren valores, creencias y hábitos, por lo que el actuar de los jóvenes es el reflejo de lo que se enseña y fomenta dentro del hogar.
Edición: Estefanía Cardeña