El equipo de refugiados de los Juegos Olímpicos de Tokio estará compuesto por 29 atletas en 12 deportes, incluyendo un boxeador venezolano que radica en Trinidad y Tobago y una medallista en Río de Janeiro 2016 y que dejó Irán tras denunciar sexismo institucional.

El Comité Olímpico Internacional anunció ayer los integrantes del equipo, conformado en base a una lista de 55 deportistas que huyeron de sus países y recibieron becas para poder competir en los Juegos.

Eldric Sella es uno de ellos. El venezolano de 24 años participará en el boxeo de Tokio en la categoría de peso mediano, con límite de 75 kilogramos.

Como muchos otros compatriotas, Sella se fue de Venezuela en medio de la severa crisis social y económica que azota al país, con un escenario de inflación alta de cuatro dígitos.

Sella llegó a formar parte de una selección juvenil. Participó en un torneo invitacional en Trinidad y decidió quedarse en condición de refugiado.

Kimia Alizadeh es otra de las refugiadas, cinco años después de que se convirtió en la primera mujer iraní en ganar una medalla olímpica. Se llevó el bronce en taekwondo a los 18 años. Alizadeh vive en Alemania, tras salir de Irán, y ha sido crítica del uso obligatorio del hiyab. “Me siento muy bien de haber tomado esta decisión para mi vida y que definitivamente cambiaría mi futuro”, señaló en enero del año pasado en Alemania.

El grupo de 29 — un incremento de 10 del inaugural equipo de refugiados en Río de Janeiro 2016 — también cuenta con deportistas de Afganistán, Camerún, Congo, República del Congo, Eritrea, Irak, Sudán del Sur, Sudán y Siria. Nueve son de Siria, la mayor cantidad del mismo país. Competirán en natación, atletismo, bádminton, boxeo, canotaje, ciclismo, judo, karate, tiro deportivo, taekwondo, halterofilia y lucha grecorromana. “Son una parte integral de la comunidad olímpica y los recibimos con los brazos abiertos”, expresó el presidente del COI, Thomas Bach, a los atletas durante el anuncio de la selección.

Edición: Ana Ordaz


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