Conoce al dik-dik, el antílope que parece tener cuatro ojos

Esta especie tiene unas glándulas que funcionan como lagrimales
Foto: YS Wildlife Photography

En las zonas áridas del este de África un pequeño antílope conocido como dik-dik llama la atención por sus peculiares glándulas preorbitales que dan la apariencia de ser un par de ojos extra.

Estos antílopes del género madoqua son los más pequeños de todo el mundo, pues alcanzan una altura máxima de 67 centímetros y un peso máximo de 7.2 kilos.

 

Foto: YS Wildlife Photography

 

La agencia especializada en capturar animales salvajes YS Wildlife Photography destaca que los agujeros debajo de sus ojos son el equivalente a los lagrimales humanos y suelen frotarlos con frecuencia sobre las plantas.

Las glándulas preorbitales producen una secreción oscura, olorosa y pegajosa que también es usada para marcar territorio.

Además, esta especie tiene un hocico puntiagudo y móvil y una cresta en la cabeza. Sólo los dik-diks machos desarrollan cuernos.

 

Foto: YS Wildlife Photography

 

La forma de su hocico funciona como un mecanismo de enfriamiento que les permite tolerar temperaturas superiores a los 40 grados.

Son animales monógamos, es decir, sólo tienen una pareja que no cambian hasta que alguno muera y únicamente pueden tener dos crías al año.  

Al ser tan pequeños son vulnerables a depredadores como águilas y gatos. 


Lo más reciente

La propiedad social en Yucatán

La cuestión agraria, estandarte de la Revolución Mexicana, se abandonó de paulatinamente desde los años ochenta

Francisco J. Hernández y Puente

La propiedad social en Yucatán

Cucharadas contra el hastío

Urge aprender de quienes andaron por la vida antes que nosotros

Margarita Robleda Moguel

Cucharadas contra el hastío

Del miedo al diálogo: hacia una gobernanza universitaria basada en la cultura de paz

Gobernanza y Sociedad

La Jornada Maya

Del miedo al diálogo: hacia una gobernanza universitaria basada en la cultura de paz

El mar que nos queda: saberes mayores en la costa de Yucatán

¿Qué podemos aprender de la experiencia de pescadores veteranos para el futuro del litoral local?

La Jornada Maya

El mar que nos queda: saberes mayores en la costa de Yucatán