EU recomendará tercera dosis contra Covid-19 sin importar edad

El refuerzo se aplicaría ocho meses después de la segunda vacuna
Foto: Ap

Después de luchar durante meses para persuadir a los estadunidenses de que se pongan la vacuna contra Covid-19, los funcionarios de salud de Estados Unidos pronto podrían enfrentar un nuevo desafío: convencer a las personas inmunizadas de que reciban inyecciones de refuerzo para obtener una protección más duradera, ya que la variante Delta aumenta los casos nuevamente. 

Esperan que el miércoles, las autoridades sanitarias de Estados Unidos recomienden una dosis adicional de la vacuna para todos los estadunidenses ocho meses después de recibir su segunda inyección, según dos personas que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato para discutir las deliberaciones internas.

Eso significa que la campaña de vacunación más grande en la historia de los Estados Unidos está a punto de volverse aún más extensa.

La medida está impulsada tanto por la variante altamente contagiosa como por la evidencia preliminar de que el efecto protector de la vacuna comienza a disminuir en unos meses.

La semana pasada, los funcionarios de salud de EU recomendaron refuerzos para algunas personas con sistemas inmunitarios debilitados, como los pacientes con cáncer y los receptores de trasplantes de órganos. Si las vacunas se expanden como se esperaba a otros estadounidenses, entre los primeros en recibirlas podrían estar los trabajadores de la salud, los residentes de hogares de ancianos y otras personas mayores.

Algunos expertos han expresado su preocupación de que una nueva campaña que pida refuerzos podría confundir el mensaje de salud pública y socavar el impulso continuo para ganarse a las decenas de millones de estadunidenses que dudan en recibir sus primeras inyecciones de Covid-19.

Pedir una tercera dosis podría desanimar a las personas que se habían mostrado escépticas sobre la efectividad de la inyección en primer lugar, advirtió el martes Lawrence Gostin, especialista en salud pública de la Universidad de Georgetown.

"Tenemos que asegurarnos realmente de que, si bien dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a las terceras dosis, no socavamos nuestra campaña para las primeras vacunas", dijo. "Esa es realmente la crisis existencial en los Estados Unidos".

La campaña de refuerzo también podría causar mala voluntad hacia los Estados Unidos: los funcionarios de salud mundial, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), han pedido a las naciones más ricas que posterguen las vacunas de refuerzo para garantizar que los países pobres tengan suficiente vacuna para las dosis iniciales.

El doctor Tlaleng Mofokeng, un experto sudafricano que asesora a las Naciones Unidas, condenó el movimiento hacia las inyecciones de refuerzo en los Estados Unidos. Y dijo que tendrá el efecto de "avanzar y profundizar las desigualdades existentes" cuando "hay personas que aún no han recibido una un solo tiro."

 

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Pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que la cuestión de distribuir refuerzos o ayudar a otras naciones “es una opción falsa. Podemos hacer ambas cosas".

Dijo que Estados Unidos es "de lejos" el mayor contribuyente a la lucha mundial contra el Covid-19 y "seguirá siendo el arsenal de vacunas" del mundo.

"También tenemos suficiente suministro, y durante mucho tiempo hemos planeado un suministro suficiente, en caso de que se necesite un refuerzo para la población elegible", dijo Psaki.

Las vacunas de refuerzo sólo comenzarían a administrarse ampliamente una vez que la Administración de Drogas y Alimentos de EU apruebe formalmente las vacunas, que por ahora se dispensan bajo lo que se conoce como autorización de uso de emergencia. 

Esperan la aprobación total de la vacuna de Pfizer en las próximas semanas.

Más de 198 millones de estadunidenses han recibido al menos una dosis de la vacuna Covid-19, o el 70 por ciento de los que son elegibles, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. 

Poco menos del 60 por ciento de los estadunidenses mayores de 12 años están completamente vacunados.

La campaña de vacunación ha sido más lenta de lo que esperaba la administración de Biden. Al mismo tiempo, la variante se está propagando agresivamente a través de comunidades no vacunadas y también está causando un número cada vez mayor de "infecciones progresivas" de personas completamente inoculadas.

Los estudios muestran que la vacuna sigue siendo altamente protectora contra el Covid-19 severo, pero los resultados de Israel publicados el mes pasado sugieren que su efecto disminuye. Su efectividad contra la infección sintomática alcanzó un máximo del 96 por cieno dos meses después de que los participantes del estudio recibieron su segunda dosis. A los seis meses, se redujo a aproximadamente el 84 por ciento.

Israel, que administró exclusivamente la inyección de Pfizer, ha estado ofreciendo un refuerzo a las personas mayores de 50 años para controlar su aumento del delta. Los investigadores todavía están tratando de comprender en qué medida las infecciones de avance se deben a la disminución de la inmunidad o la vulnerabilidad a la variante delta.

La nueva urgencia de los funcionarios estadunidenses refleja la rapidez con la que la variante ha derribado al país.

El 4 de julio, el presidente Joe Biden proclamó que la nación estaba declarando su independencia del virus. Pero desde entonces, las infecciones, hospitalizaciones y muertes han aumentado en todo el país, sobrecargando las salas de emergencia en partes del sur y el oeste.

El lunes, Pfizer y su socio BioNTech enviaron datos a la FDA para respaldar la autorización de una vacuna de refuerzo para el público en general. Pfizer dijo que un pequeño estudio mostró que las personas que recibieron una tercera dosis tenían niveles más altos de anticuerpos contra varias versiones del coronavirus, incluida la variante delta. La empresa está trabajando en un estudio más amplio.

El doctor William Moss de la Universidad Johns Hopkins dijo que se necesitan más datos sobre si la disminución de los niveles de anticuerpos conduce a hospitalizaciones y muertes. La investigación de anticuerpos por sí sola es "insuficiente para exigir dosis de refuerzo para la población en general".

Y el doctor Carlos del Río, profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Emory, dijo: “Nuestros hospitales no están llenos de gente que fue vacunada hace seis u ocho meses. Nuestros hospitales están llenos de personas no vacunadas".

Los estadunidenses que recibieron las primeras dosis de la vacuna de Pfizer, principalmente trabajadores de la salud y residentes de hogares de ancianos, se están acercando a la marca de ocho meses desde que recibieron su segunda dosis.

"Existe la preocupación de que la vacuna pueda comenzar a disminuir en su efectividad", dijo el director de los Institutos Nacionales de Salud, doctor Francis Collins, durante el fin de semana. “Y Delta es desagradable para que tratemos de lidiar con él. La combinación de esos dos significa que es posible que necesitemos refuerzos".

Las vacunas Pfizer y Moderna se administran en dos dosis. Los funcionarios también continúan recopilando información sobre la vacuna Johnson & Johnson de una sola inyección, que solo se aprobó en EU a fines de febrero, para determinar cuándo recomendar refuerzos.

 

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Edición: Estefanía Cardeña


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