Un mundial como ningún otro en sus 92 años de historia tomará forma esta semana con un sorteo sin precedentes.
Cuando la FIFA y el anfitrión Qatar realicen la ceremonia del sorteo mañana viernes, tres de las 32 plazas estarán vacantes debido al retraso de un proceso de eliminatorias de tres años y que aún sigue en marcha.
Todo por culpa de una pandemia global no vista en un siglo y la guerra en Ucrania.
Significa que 37 naciones estarán involucradas el viernes, incluyendo cinco que al final de cuentas no podrán viajar a Qatar en noviembre, cuando el primer mundial “invernal” tenga lugar. El paquete definitivo de partidos no se sabrá al menos hasta el 14 de junio, cuando se complete la fase de repescas intercontinentales. Eso será 74 días después del sorteo y en la misma fecha del inicio de la copa del mundo de 2018 en Rusia, país que fue expulsado de los repechajes por invadir a Ucrania.
Quizás FIFA tuvo suerte hace siete años por trasladar el torneo de 2022 a noviembre y diciembre para rehuir el calor abrasador del verano en Qatar. El cambio permitió tener margen de maniobra para la reprogramación de encuentros, tras la paralización causada por la pandemia de Covid-19.
También inyecta incertidumbre en el escenario del Centro de Exhibiciones y Convenciones de Doha, donde la ceremonia del viernes comenzará a las 7 de la noche -tiempo local-, y que tendrá una hora de duración.
Una de las bolas en el cuarto copón de los equipos con ránking representará “Perú o Australia o los Emiratos Árabes Unidos”.
Otra dirá “Ucrania, Gales o Escocia”. Será un hito en el mundial, justo en tal vez el anfitrión más inusual.
Edición: Laura Espejo
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