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La estrella de los Tigres, Miguel Cabrera, conectó el sábado el hit número 3 mil de su carrera condecorada, convirtiéndose en el jugador número 33 de las Grandes Ligas en alcanzar la marca y el primer jugador de Venezuela en lograr la hazaña.

Todavía con una presencia imponente a los 39 años, Cabrera hizo historia al conectar un sencillo al jardín derecho durante el turno en la primera entrada del juego de Detroit contra Colorado.

Cabrera inmediatamente levantó su brazo derecho mientras se dirigía hacia la primera base. La multitud de 37 mil 566 en Comerica Park le dio una gran ovación y coreó “¡Miggy! ¡Miggy!” mientras se disparaban fuegos artificiales desde más allá de la cerca del jardín central.

El hit histórico llegó con un lanzamiento de 1-1 de Antonio Senzatela, un compatriota venezolano, en el primer juego de una doble cartelera de día y noche. El campocorto de los Rockies, José Iglesias, quien jugó con Cabrera en los Tigres, se acercó para darle un gran abrazo a su ex compañero.

Para entonces, todos los Tigres salían del banquillo para saludar al miembro más nuevo del club de élite de los 3 mil hits del béisbol. Momentos después, Cabrera se fue detrás del plato para abrazar a su madre, esposa, hijo e hija en el campo.

Cabrera pronto regresó a la primera base, pero no se quedó allí por mucho tiempo. Anotó con un jonrón de tres carreras del novato de 22 años Spencer Torkelson, quien es promocionado como la próxima gran cosa en Detroit y se ha convertido en el primera base habitual de los Tigres con Cabrera ahora en el papel de bateador designado.

Cuando terminó la entrada, el marcador mostró "Felicitaciones Miggy". Cabrera salió del banquillo para tocar el telón, saludando a los fanáticos que habían sido recompensados ​​con el momento culminante que vinieron a ver.

Cabrera, sin embargo, no había terminado del todo. Agregó un sencillo de dos carreras en el sexto, salió por un corredor emergente y recibió otra gran ovación. Los Tigres ganaron 13-0.

Dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana, ganador de la Triple Corona y 11 veces All-Star con cuatro títulos de bateo, el lugar de Miggy entre los grandes de las Grandes Ligas ya estaba asegurado mucho antes de esta tarde en Detroit.

Como novato de 20 años, Cabrera ayudó a los Florida Marlins a ganar el campeonato de la Serie Mundial de 2003. Todos estos años después, estampar su nombre en la lista de 3000 aciertos también sonó bien.

Y ciertamente se verá bien en una placa en Cooperstown algún día.

Cabrera se convirtió en apenas el séptimo jugador con 500 jonrones y 3 mil hits. Se unió a un club exclusivo con Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, Rafael Palmeiro, Albert Pujols y Alex Rodríguez.


Edición: Estefanía Cardeña


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