Un contenedor hallado dentro de una tumba que data de un periodo anterior al año 79 a.de C. alberga al que sería el vino más antiguo del mundo por sus características: es líquido y de color rojizo.
Investigadores analizan la tumba de Marco Venerio Secundio, encontrada en Pompeya, Italia, una persona que demuestra tener la capacidad de tener lujos muy elevados, como el hecho de ser enterrado y no cremado.
En su lecho se encontró una urna de vidrio con alrededor de seis litros de líquido rojizo, el cual parece estar intacto, una cuestión bastante extraña al tratarse de un sitio con más de 2 mil años de antigüedad.
De comprobarse que se trata de un vino, superaría a la bebida encontrada en Alemania en el año 325.
El arqueólogo y antropólogo Llorenç Alapont, uno de los investigadores de la tumba de Marco Venerio Secundio, explicó en una conferencia organizada por el Instituto Alavés de Arqueología (IAA) que el sepulcro de Marco Venerio Secundio es extraño porque en la época era usual cremar a los muertos, incluso sus restos fueron hallados a lado de las cenizas de su esposa y tres niños de 6, 8 y 10 años, que probablemente eran sus hijos, pero él eligió ser enterrado.
Además, la urna de vidrio donde fue encontrado el líquido era exclusiva para personas que podían solventar lujos muy elevados.
La investigación del probable líquido está a cargo Universidad de Valencia, cuyo investigadores han encontrado taninos, que apuntan a que se trate de una bebida alcohólica.
Los especialistas señalaron que también es probable que se trate de un líquido usado en rituales fúnebres con el que se acompañaba a los muertos.
Por otro lado, los restos de Marco Venerio Secundio fueron un hallazgo celebrado por los arqueólogos gracias a sus características: fue encontrado con el cabello, una oreja y sus intestinos conservados.
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