Cristian Javier y el bulpén de Houston se combinaron anoche para apenas el segundo juego sin hit en la historia de la Serie Mundial, amansando a los candentes bates de Filadelfia y sus bulliciosos fanáticos en una victoria 5-0 de los Astros que dejó el Clásico de Otoño empatado a dos victorias por bando.
Don Larsen, de los Yankees de Nueva York, había lanzado el único partido sin imparable en la historia del Clásico de Otoño, un juego perfecto ante los Dodgers de Brooklyn en el quinto encuentro de la edición de 1956.
Javier y los relevistas Bryan Abreu, Rafael Montero y Ryan Pressly no alcanzaron la perfección. Pero la rozaron. Los cuatro lanzadores posaron con el receptor boricua Christian Vázquez cerca del dogout del equipo visitante instantes después del último aut, cada uno poniendo una mano en la bola.
Javier dijo que sus padres le pronosticaron la noche del martes que iba a lanzar un juego sin hit. “Estaba positivo, con Dios conmigo, íbamos a lograrlo”, dijo Javier. “Fui a atacar la zona de strike”.
Fue la segunda vez este año que el derecho dominicano de 25 años lideró un duelo sin imparable. El 25 de junio en el Yankee Stadium, se combinó con Héctor Neris y Pressly para dejar sin incogible a Nueva York. Entonces, Javier acumuló 115 lanzamientos en siete episodios. Cuatro meses después, empleó 97 lanzamientos. En la apertura más trascendental de su carrera, Javier esculpió su mejor obra de arte como lanzador.
Hoy, a partir de las 18 horas, se llevará al cabo el quinto partido.
Edición: Ana Ordaz
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