El falo está presente en todo: figuras de plástico, globos, paletas y hasta velas. Se trata del Kanamara Matsuri, el festival de la fertilidad más grande en Japón.
En la ciudad de Kawasaki cada año se celebra el Festival del Falo de Metal, que en realidad se trata de la conmemoración de la fertilidad y la creación de la vida.
En el santuario de Kanayama está dedicado a la veneración del pene y por eso justamente es que el festival está lleno de estas imágenes.
Se dice que el santuario era visitado por las trabajadoras sexuales que rezaban por protección contra enfermedades venéreas, pero actualmente también es ocasión para crear conciencia sobre el SIDA y las disidencias sexogenéricas.
La leyenda dice que un demonio de dientes afilados se enamoró de la hija de un hospedero, pero ella no cedía a sus intentos por cortejarla y, además, estaba comprometida con un hombre.
El demonio logró meterse a su casa y se introdujo en la mujer, pero ella no se lo contó a nadie y celebró su enlace matrimonial, pero en la noche de bodas, el demonio permanecía dentro de la vagina de la mujer así que cuando tuvo sexo con su esposo, el demonio le mordió el miembro al hombre.
La misma historia se repitió con cada pareja que la mujer encontró hasta que fue con un herrero y pidió que le hiciera un falo de metal. Cuando lo introdujo en su vagina, el demonio mordió, pero perdió todos sus dientes por lo que al fin abandonó el cuerpo de su esclava.
La mujer entonces se casó con el herrero y pudo llevar una vida plena. Por ello el festival lleva el nombre de Falo de Metal.
La conmemoración del festival también se realiza para promover la natalidad en el país.
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