Cuando Michael llegó a Tailandia, su intención era únicamente consolidar su restaurante, pero en el camino de ida y vuelta a casa se dio cuenta de la gran cantidad de perros callejeros que deambulaban, algunos de ellos en pésimas condiciones de salud, por lo que decidió tomar acciones para ayudarlos.
Lo que comenzó como un simple rescate se ha convertido en una labor de más de 10 años rescatando y rehabilitando perros a tal grado que Michael J. Baines ya cuenta con su propia fundación The Man That Rescues Dogs (El Hombre que Rescata Perros), la cual además de ser un santuario, incluye una clínica para los lomitos con discapacidad.
“Queremos ver una población de perros callejeros controlada y una comunidad local educada, que a la larga verá una relación feliz y armoniosa entre las personas y los perros”, señala la página oficial de la fundación.
Baines es originario de Suecia, pero en Tailandia encontró su pasión rescatando a los perros de las calles.
El Hombre que Rescata Perros brinda alimento, servicios de salud y refugio a los canes que lo requieren, pero se ha especializado en la rehabilitación de aquellos que tienen problemas para caminar.
El santuario actualmente alberga alrededor de 690 perros y la fundación también cuenta con una clínica gratuita, la cual sirve también como espacio para que los veterinarios recién graduados comiencen su experiencia profesional.
La fundación The Man That Rescues Dogs ofrece el servicio de esterilización, por el cual pasan absolutamente todos los perros rescatados y cuenta con unidades especiales para los lomitos que presentan enfermedades graves.
Michael comparte todos sus logros en su cuenta de Instagram donde actualmente tiene más de 139 mil seguidores.
Lee también: Autobús para perritos en Alaska se vuelve tendencia en TikTok
Dependemos en demasía de la electricidad; ¿qué pasa con esos rincones del mundo que viven en penumbra?
Rafael Robles de Benito
El instituto electoral deberá emitir una resolución al respecto
La Jornada
La censura intenta destruir la curiosidad humana, pero en los rebeldes, la alimenta
Margarita Robleda Moguel
