Obreros que reemplazaban una parte de la red de alcantarillado del Museo de la República en la ciudad brasileña de Río de Janeiro hallaron bajo casi un metro de tierra, en el jardín del antiguo Palacio do Catete, un piso de más de 160 años de antigüedad, informó el 21 de marzo el diario O Estado de Sao Paulo.
La arqueóloga Ane Elizabeth Simoes, quien supervisaba las obras, dijo al diario que "se tardará alrededor de una semana en descubrir los límites del piso".
El edificio de tres pisos fue construido entre 1858 y 1867 durante el llamado Segundo Reinado del Imperio de Brasil, cuando el país sudamericano buscaba independizarse de Portugal.
El lujoso palacio fue la residencia de Antonio Clemente Pinto, barón de Nueva Friburgo (en el estado de Río de Janeiro), un portugués llegado a Brasil en 1821, quien se convirtió en uno de los hombres más ricos del imperio por sus negocios con el comercio de esclavos y el café.
Las baldosas fueron descubiertas bajo 75 centímetros de tierra, ladrillos y hormigón que se fueron añadiendo en capas con el paso de los años en el edificio, construido por el arquitecto alemán Carl Friedrich Gustav Waehneldt, que también sirvió como sede del gobierno desde 1897 hasta 1960.
Según la arqueóloga, las baldosas, en diferentes tonos de marrón y verde, podrían haber sido parte de una cochera para caballos y carruajes en la que se utilizó cerámica inglesa para el piso.
El edificio fue testigo de varios hechos históricos, como la caída del presidente Washington Luís en la Revolución de 1930 y el suicidio del mandatario Getúlio Vargas en 1954.
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