Elon Musk quiere colonizar Marte, aunque eso le cueste la vida y salud a los trabajadores de Space X, revela investigación

Una noche ventosa en las instalaciones SpaceX de Elon Musk en McGregor, Texas, Lonnie LeBlanc y sus compañeros de trabajo se dieron cuenta de que tenían un problema.

Necesitaban transportar aislamiento de espuma al hangar principal de la compañía de cohetes, pero no tenían correas para asegurar la carga. LeBlanc, un empleado relativamente nuevo, ofreció una solución para sujetar la carga: se sentó sobre ella.

Después de que el camión se alejó, una ráfaga hizo volar a LeBlanc y el aislamiento del remolque, estrellándolo de cabeza contra el pavimento. LeBlanc, de 38 años, se había retirado nueve meses antes del Cuerpo de Marines de Estados Unidos. Fue declarado muerto por un traumatismo craneoencefálico en el lugar.

Los inspectores federales de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional de Estados Unidos (OSHA) determinaron más tarde que SpaceX no había protegido a LeBlanc de un peligro claro, señalando la gravedad y la gravedad de la violación. Los compañeros de trabajo de LeBlanc dijeron a OSHA que SpaceX no tenía acceso conveniente a amarres ni proceso o supervisión para manejar tales cargas. SpaceX reconoció los problemas y la agencia ordenó a la compañía que realizara siete mejoras de seguridad específicas, incluida más capacitación y equipo, según el informe de inspección.

No fue el último accidente grave en SpaceX. Desde la muerte de LeBlanc en junio de 2014, que no se había informado anteriormente, la compañía de cohetes de Musk ha ignorado las normas de seguridad de los trabajadores y las prácticas estándar en sus instalaciones de cohetes y satélites inherentemente peligrosas en todo el país, y los trabajadores han pagado un alto precio, según encontró una investigación de Reuters.

A través de entrevistas y registros gubernamentales, la organización de noticias documentó al menos 600 lesiones de trabajadores de SpaceX desde 2014.

Muchos eran graves o incapacitantes. Los registros incluían informes de más de 100 trabajadores que sufrieron cortes o laceraciones, 29 con huesos rotos o dislocaciones, 17 cuyas manos o dedos fueron “aplastados” y nueve con lesiones en la cabeza, incluida una fractura de cráneo, cuatro conmociones cerebrales y una lesión cerebral traumática. Los casos también incluyeron cinco quemaduras, cinco electrocuciones, ocho accidentes que derivaron en amputaciones, 12 lesiones que involucraron múltiples partes del cuerpo no especificadas y siete trabajadores con lesiones oculares. Otros fueron relativamente menores, incluidos más de 170 informes de torceduras o esguinces.

Los empleados actuales y anteriores dijeron que tales lesiones reflejan un lugar de trabajo caótico donde a menudo el personal poco capacitado y demasiado cansado se saltaba rutinariamente los procedimientos básicos de seguridad mientras corrían para cumplir con los agresivos plazos de Musk para las misiones espaciales. SpaceX, fundada por Musk hace más de dos décadas, adopta la postura de que los trabajadores son responsables de protegerse a sí mismos, según más de una docena de empleados actuales y anteriores, incluido un ex alto ejecutivo.

El propio Musk a veces parecía arrogante respecto de la seguridad en las visitas a los sitios de SpaceX: cuatro empleados dijeron que a veces jugaba con un lanzallamas novedoso y disuadió a los trabajadores de usar amarillo de seguridad porque no le gustan los colores brillantes.

En total, Reuters entrevistó a más de tres docenas de personas con conocimiento de las prácticas de seguridad de SpaceX, incluidas más de dos docenas de empleados actuales o anteriores. Muchas de las fuentes hablaron bajo condición de anonimato, citando preocupaciones sobre su carrera o repercusiones legales.

SpaceX no respondió a las preguntas de Reuters ni a una descripción detallada de los hallazgos de este artículo.

Las más de 600 lesiones de SpaceX documentadas por Reuters representan sólo una parte del recuento total de casos, una cifra que no está disponible públicamente. OSHA ha exigido a las empresas que informen anualmente el número total de lesiones desde 2016, pero las instalaciones de SpaceX no presentaron informes durante la mayor parte de esos años. 

Aproximadamente dos tercios de las lesiones que Reuters descubrió se produjeron en años en los que SpaceX no informó esos datos anuales, que OSHA recopila para ayudar a priorizar las inspecciones in situ de lugares de trabajo potencialmente peligrosos.

Fallos en el informe de datos de lesiones de SpaceX

Las instalaciones de SpaceX no presentaron datos sobre lesiones anualmente, como exigen los reguladores, durante la mayoría de los años desde 2016. Cuando sí lo hicieron, las tasas de lesiones de tres sitios importantes excedieron con creces los promedios de la industria. 

El promedio fue de 0,8 lesiones por cada 100 trabajadores para 2022  y se ha mantenido relativamente estable durante muchos años.

Una docena de expertos en seguridad laboral dijeron que el pobre historial de seguridad de SpaceX subraya los peligros de trabajar en la industria espacial estadunidense, poco regulada y en rápida expansión. 

Otras grandes empresas espaciales tampoco han informado datos anuales sobre lesiones a OSHA en los últimos años.

Sin rendición de cuentas

Desde que Musk cofundó SpaceX en 2002, su espíritu emprendedor libre ha demostrado ser un poderoso atractivo para los jóvenes trabajadores calificados. 

Algunos empleados de SpaceX describieron unirse con entusiasmo a la empresa, ya que ésta superaba a sus competidores y ofrecía beneficios que incluían clínicas médicas internas y acciones de empresas privadas cuyo valor se había disparado. 

La empresa, que emplea a 13 mil trabajadores, tenía un valor estimado de 150 mil millones de dólares a principios de este año. Musk tiene una participación del 42 y el 79 por ciento del poder de voto de la empresa, según un documento de la empresa.

Algunos ingenieros de SpaceX dicen que les encanta colaborar con compañeros de trabajo creativos en un entorno con poca burocracia. 

"SpaceX evita una cierta cantidad de trámites burocráticos, lo que le permite moverse más rápido" que la NASA o sus competidores privados, dijo Chris Cunnington, un ex ingeniero en McGregor, Texas. Dijo que creía que SpaceX logró un buen equilibrio entre velocidad y seguridad.

Platas y peligros

Otros empleados actuales y anteriores en la planta de la compañía en Brownsville, que tuvo la tasa de lesiones más alta en 2022, dijeron que el desdén de la compañía por los procesos estructurados tuvo un alto costo para los trabajadores.

SpaceX comenzó a construir su sitio en Brownsville en 2014 y desde entonces se ha convertido en el epicentro de la misión de Musk a Marte. La instalación emplea a más de mil 600 trabajadores en la frontera entre Texas y México y combina fabricación, pruebas y lanzamiento. Es la base del programa Starship de SpaceX, un proyecto que tiene como objetivo construir cohetes más baratos y más rápido.

Para acelerar el trabajo y reducir costos, SpaceX comenzó a fabricar cohetes en tiendas de campaña junto a una playa subdesarrollada del Golfo de México. Los trabajadores soldaban piezas de cohetes hasta 12 horas al día, seis días a la semana, a menudo a temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit, dijeron los trabajadores de SpaceX. Cuando el calor los superó, les administraron líquidos por vía intravenosa y los enviaron de nuevo a trabajar.

Cuando los fuertes vientos interrumpieron el trabajo, los supervisores cerraron las tiendas y cerraron la ventilación, que es esencial para una soldadura segura, según los seis trabajadores actuales y anteriores. 

OSHA advierte que soldar acero inoxidable puede generar un polvo altamente tóxico y cancerígeno. La agencia dijo a Reuters que exige que las empresas evalúen el peligro de dichos entornos mediante muestreo de aire e implementen un "programa de protección respiratoria" cuando sea necesario. Un ex soldador, Phillip Fruge, dijo que pidió a los gerentes respiradores comúnmente utilizados para proteger los pulmones de los soldadores, pero no se los proporcionaron.

“Pudimos ver las nubes de polvo que llenaban la tienda”, recordó Fruge. "Todo el mundo simplemente lo respiraba, día tras día".

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Edición: Estefanía Cardeña