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24/08/2025 | Brunswick, Estados Unidos
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) es una agencia dentro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que es fundamental para la visión del presidente Donald Trump de realizar las deportaciones masivas que prometió durante su campaña.
Los agentes de deportación dentro de una unidad llamada Enforcement and Removal Operations (Operaciones de Aplicación de la Ley y Deportación), son los responsables de aplicar la ley migratoria. Localizan y deportan a personas de Estados Unidos que no son ciudadanos estadounidenses y que, por diversas razones, ya no pueden permanecer en el país.
Algunos quizá pasaron por una corte de inmigración y un juez ordenó su deportación. O bien, fueron arrestados o condenados por ciertos delitos, o han ingresado al país ilegalmente en repetidas ocasiones o se han quedado más tiempo del permitido por su visa.
El ICE también gestiona una creciente red de centros de detención migratoria en todo el país, donde retiene a personas sospechosas de infracciones migratorias.
En términos generales, sus actividades -y la forma en que las realiza- han polarizado a muchos estadunidenses en los últimos meses.
Tras años en los que el número de agentes de deportación se mantuvo prácticamente sin cambios, la agencia ahora contrata personal rápidamente. Este verano, el Congreso aprobó una ley que otorga al ICE 76 mil 500 millones de dólares en fondos nuevos para ayudar a acelerar el ritmo de las deportaciones. Eso representa casi 10 veces el presupuesto anual que la agencia tiene actualmente. Cerca de 30 mil millones de dólares son para personal nuevo.
La semana pasada, Ap tuvo la oportunidad de visitar la base en el sur de Georgia donde los nuevos reclutas del ICE son capacitados y de conversar con los principales líderes de la agencia. A continuación, detalles de cuatro cosas que el ICE hace y que salieron a la luz a partir de esas conversaciones.
El ICE cuenta actualmente con unos 6 mil 500 agentes de deportación y busca aumentar esa cifra agresivamente. Todd Lyons, el director interino, dice que quiere contratar a 10 mil más para finales de año.
La agencia puso en línea un nuevo sitio web de reclutamiento, ofrece bonificaciones por contratación de hasta 50 mil dólares y se anuncia en ferias de empleo. Lyons agregó que la agencia ya ha recibido 121 mil solicitudes —muchas de ellas de ex agentes.
Los nuevos reclutas son capacitados en el Centro Federal de Capacitación para las Fuerzas del Orden (FLETC), en Brunswick, Georgia. Son unas instalaciones extensas cerca de la costa donde residen y se capacitan agentes federales de las fuerzas del orden —no sólo agentes del ICE— de todo el país. El ICE busca duplicar el número de instructores que capacitan a los agentes de deportación.
Caleb Vitello, quien dirige la capacitación del ICE, informa que se han reducido los requisitos del idioma español para acortar el entrenamiento en cinco semanas, y que ha buscado maneras de optimizar la capacitación para que los reclutas realicen más en las oficinas locales donde están asignados.
A medida que se ha intensificado el esfuerzo de Trump por deportar a millones de personas, se han registrado incidentes violentos cuando el ICE ha intentado arrestar a individuos. Los críticos han expuesto que el ICE ha tenido una mano demasiado dura al realizar arrestos, si bien el ICE responde que es su personal el que es atacado.
Vitello reportó que la agencia registra cada ocasión que los agentes usan la fuerza, así como cualquier momento en que alguien ataca a sus elementos. Según datos de la agencia, del 21 de enero al 5 de agosto se reportaron 121 agresiones a agentes del ICE, en comparación con 11 durante el mismo período del año pasado.
Lyons dijo que luego que las recientes operaciones en Los Ángeles se volvieran violentas, el ICE implementa el uso de máscaras antigás y cascos como equipamiento estándar para los nuevos agentes.
“En este preciso momento estamos viendo y teniendo que adaptarnos a diferentes escenarios para los que nunca antes nos habían entrenado en el pasado”, agregó.
Lyons expuso que la agencia también ha empezado a enviar equipos de seguridad para acompañar a los agentes que realizan los arrestos.
“Ya no vamos a permitir que la gente arroje piedras porque vamos a tener a nuestros propios agentes y oficiales allí para proteger a quienes realizan los arrestos”, sostuvo.
Unos ocho agentes de deportación, vestidos con uniformes de camuflaje de estilo militar, cascos y con armas de diferentes tipos, se paran frente a una casa y gritan: “¡Policía! ¡Tenemos una orden judicial!”, antes de entrar y desalojar la casa.
Son miembros de un Equipo de Respuesta Especial que participan en una demostración en el Centro Federal de Capacitación para las Fuerzas del Orden. Estos agentes son como un equipo SWAT: agentes de deportación con entrenamiento especial para ayudar en situaciones difíciles. También acompañan a los detenidos que la agencia considera peligrosos cuando son deportados.
“Todos están capacitados para hacer cumplir una orden judicial”, dijo Vitello. “Estos tipos están capacitados para hacer cumplir órdenes judiciales de alto riesgo”.
Hay aproximadamente 450 agentes de deportación con el entrenamiento especial para servir en estos equipos, y Lyons notifica que han sido desplegados para ayudar con la aplicación de las leyes migratorias en Los Ángeles, Portland, Oregon y Washington.
Dijo que le gustaría tener más unidades de este tipo, pero no especificó cuántas. Vitello informó que también están en proceso de adquirir más de los vehículos especialmente blindados.
Los nuevos reclutas del ICE reciben capacitación sobre la ley de inmigración y la Cuarta Enmienda, que protege contra registros ilegales. Los agente con más experiencia reciben actualizaciones periódicas sobre estos temas.
En situaciones limitadas, los agentes del ICE pueden entrar en el hogar de alguien. Generalmente, cuentan con una orden administrativa —a diferencia de una orden judicial— cuando buscan a alguien a quien intentan expulsar del país. Esa orden administrativa no les permite entrar en una casa sin obtener permiso previo.
Vitello explica que a los nuevos reclutas se les enseña sobre los diferentes tipos de órdenes y cómo difieren las reglas. Y se les enseña que quienes permitieron que el ICE entrara en su casa pueden cambiar de opinión.
“Si alguien dice: ‘Salgan de aquí’ y no tienes a tu objetivo, tienes que irte”, añadió.
Múltiples videos en redes sociales han mostrado a agentes del ICE que rompen las ventanillas de los autos para sacar a alguien del vehículo y arrestarlo.
La Cuarta Enmienda no incluye el vehículo de una persona, por lo que Vitello dijo que los agentes de deportación sí tienen la autoridad para arrestar a alguien en un auto o camioneta, pero añadió que, en el raro caso de que una persona se encuentre en una casa rodante, los agentes hablan primero con los abogados de la agencia para determinar cuáles son las protecciones que aplican.
Edición: Emilio Gómez