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12/12/2025 | Nueva York, EU
La actual temporada de los Patriotas podría sorprender a muchos, pero la fórmula de su éxito es bien conocida por todos: un ataque balanceado, una defensiva consistente y un pasador que limita los errores. Un calendario accesible tampoco estorba.
El domingo, Nueva Inglaterra tiene la oportunidad de culminar su relampagueante reconstrucción con un boleto a postemporada. Pero antes tendrá que pasar por encima de Josh Allen y los Bills, que no cederán sin dar pelea la corona divisional que han portado durante cinco temporadas consecutivas. El choque en Foxborough comenzará a las 12 horas (tiempo del centro de México).
“Este partido no es sobre defender el título”, declaró el liniero ofensivo Dion Dawkins en la semana. “Simplemente debemos ser la mejor versión de nosotros mismos”.
Los Patriotas (11-2) llegan al encuentro de la semana 15 de la NFL, la cual empezó el jueves con el duelo Atlanta-Tampa Bay, con 10 triunfos en fila. Una victoria más les devolverá un cetro divisional que no ostentan desde 2019, la última campaña de Tom Brady con el equipo.
Si Buffalo (9-4) ha de aferrarse a su título divisional, necesita forzosamente de un triunfo y encontrar la consistencia que le ha sido esquiva durante toda la temporada. En su derrota de 23-20 ante Nueva Inglaterra en la semana cinco, los Bills perdieron tres balones, cometieron 11 castigos y permitieron el gol de campo de la diferencia a 20 segundos del final. Ese revés, el único para Buffalo como local en sus últimos 18 desafíos de fase regular, envió a los Bills a una montaña rusa en la que han perdido ante quarterbacks de la talla de Michael Penix Jr., Tua Tagovailoa y Davis Mills, al tiempo que han derrotado a nombres como Lamar Jackson, Patrick Mahomes y Joe Burrow.
Esa es la principal diferencia entre Patriotas y Bills, la consistencia. Nueva Inglaterra tiene al menos 330 yardas totales en 11 de 12 partidos este año, ha permitido más de 23 unidades en apenas una ocasión y su ataque tiene un equilibrio prácticamente perfecto, 388 pases y 376 acarreos.
Otra batalla a seguir el domingo es la que sostendrán Empacadores (9-3-1) y Broncos (11-2) en Denver, a partir de las 15:25 horas.
Jordan Love y Green Bay ascendieron a la cima de una hacinada División Norte de la Conferencia Nacional el domingo, con una victoria de 28-21 sobre Chicago. Una semana después visitan Denver para enfrentar a uno de los equipos más encendidos de la liga y sin margen para tener un desliz, ya que hay un peleado panorama de postemporada en la NFC. Los esperan unos Broncos que suman 10 éxitos en fila, presumen a la defensiva con más capturas de la liga, a un quarterback que tiene cinco remontadas en el último cuarto y cuentan con un plantel probado, ganador de ocho choques definidos por siete puntos o menos, incluidos los últimos cinco.
Un triunfo más les daría a los Broncos y a su quarterback de segundo año, Bo Nix, su primer título divisional desde 2015, la última vez que ganaron el Súper Tazón.
Otros atractivos duelos dominicales serán Cargadores (9-4) ante Jefes (6-7), Leones (8-5) frente a Carneros (10-3) y Potros (8-5) contra Halcones Marinos (10-3).
Hurts y Filadelfia reciben a los Raiders en pos de salir de una mala racha
Jalen Hurts, hace sólo diez meses, culminó su cuarta aparición en los playoffs en cuatro temporadas con las Águilas con su primer título de Súper Tazón -ganó los honores de MVP en una paliza a Kansas City-, que aparentemente lo consolidó como un ganador probado y, posiblemente, lo colocó en la cima de una lista muy corta de los mejores quarterbacks en la historia de la franquicia.
Los momentos destacados del “Super Bowl” pueden durar para siempre. Los resultados dominantes, no tanto.
Hurts está en una neblina post-Súper Tazón y hay pocas señales de que esté saliendo de la mala racha para un equipo de Filadelfia (8-5) que perdió sus últimos tres partidos y este domingo recibe a los Raiders (2-11).
El mariscal de campo ha aceptado su parte de la culpa, mientras que el coordinador ofensivo Kevin Patullo es quien recibe la mayor parte de las críticas por el ataque desajustado que no pudo anotar más de 21 puntos en cinco juegos consecutivos, su peor racha en una década. Hurts sufrió cuatro intercepciones y perdió un balón en una derrota en tiempo extra ante los Cargadores.
Edición: Ana Ordaz