Un gigantesco sumidero que se abrió el viernes en la playa de estacionamiento de un hospital en Nápoles, Italia, obligó a cerrar temporariamente una residencia cercana para enfermos convalecientes de COVID-19 debido a la interrupción de los servicios.
El hecho no afectó al Hospital del Mar, y según los bomberos aparentemente no hubo heridos. Tres automóviles se hundieron en el sumidero.
El distrito hospitalario local dijo que el sumidero de 20 metros de profundidad y 2. mil metros cuadrados de amplitud se abrió al amanecer. El jefe de bomberos Ennio Aquilino dijo a la televisora SkyTG 24 que la causa de la implosión pudo ser una infiltración de agua subterránea como resultado de lluvias intensas recientes.
Las seis personas que convalecían en la residencia fueron trasladadas a otras instalaciones.
El gobernador regional, Vincenzo De Luca, dijo que la residencia reabrirá en los próximos días, una vez restaurados los servicios de electricidad y agua.
Edición: Laura Espejo
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La Jornada
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La Jornada Maya