Alma E. Muñoz y Alonso Urrutia
Foto: Luis Castillo
La Jornada Maya

Ciudad de México
Miércoles 5 de junio, 2019

Al detallar el número de migrantes en el país, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación, señaló que en los primeros cinco meses del año se alcanzó el flujo anual migratorio tradicional, que oscila entre 350 mil y 400 mil personas.

En entrevista en Palacio Nacional, señaló que “no solamente se han diversificado y fortalecido las mafias de tráfico de personas a nivel internacional, sino que (éstas) también han fijado como un objetivo de tránsito México, y de ahí el incremento tan significativo”.

Ante ello, dijo que el gobierno realiza labor de investigación y seguimiento de los grupos delictivos, y no sobre los migrantes.

Explicó que con la apertura de nuevas rutas, que no necesariamente tienen que ver con la frontera sur, ya no es solo la migración tradicional de Honduras, El Salvador, Guatemala, la que se registra en México, “sino que se tienen por lo menos 25 nacionalidades transcontinentales distintas. Tenemos gente de El Congo, de Angola, de Camerún, India, Pakistán, Sri Lanka, Mauritania, de infinidad de países que anteriormente no transitaban por territorio mexicano”.

Lo anterior significa, sostuvo, “que no solamente se han diversificado y fortalecido las mafias de tráfico de personas a nivel internacional, sino que también han fijado como un objetivo de tránsito México, y de ahí el incremento tan significativo”.


Lo más reciente

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

La entidad con la lista nominal más grande es el Estado de México

La Jornada

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Especial: Fauna Nuestra

Ana Ramírez

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Es peor que una sentencia de muerte

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Es peor que una sentencia de muerte