Texto y foto: Javier Salinas Cesáreo
La Jornada Maya

Ecatepc, México
Lunes 3 de junio, 2019

Tres puntos de la vía José López Portillo (dos en Ecatepec y uno en Coacalco) y uno de la Vía Morelos se mantienen bloqueados parcialmente por un grupo de taxistas de diversas organizaciones adheridas al Movimiento Nacional de Taxistas para unirse a las manifestaciones en contra del servicio que ofrecen unidades de transporte a través de aplicaciones digitales, como Uber y Cabify.

En el punto ubicado a la altura del Soriana de Guadalupe Victoria, en Ecatepec, los choferes se apostaron con sus unidades en dos de los cuatro carriles de la Vía López Portillo y comenzaron a bajar de las combis a los pasajeros que se dirigían hacia el centro del municipio.

En un segundo punto, los choferes se congregaron a la altura de la estación Ecatepec, del Mexibús y bloquearon el entronque con la avenida Insurgentes, impidiendo el paso a los automovilistas.

En Coacalco, el bloqueo se llevó a cabo a la altura de Villa de las Flores, donde los choferes de taxis agredieron a los automovilistas.

Los tres bloqueos en carriles de la López Portillo causaron caos vial y molestia entre los usuarios del transporte y automovilistas.

Otro bloqueo se reportó en la Vía Morelos, a la altura de la Casa de Morelos, en Ecatepec, donde también los choferes de taxis bajaron a la gente de las combis en protesta contra el servicio de unidades a través de aplicaciones digitales.


Lo más reciente

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

La entidad con la lista nominal más grande es el Estado de México

La Jornada

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Especial: Fauna Nuestra

Ana Ramírez

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Es peor que una sentencia de muerte

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Es peor que una sentencia de muerte