Autoridades sanitarias de Guerrero realizaron la interrupción del embarazo de una niña indígena de 9 años que fue víctima de violación.
En redes sociales diversas organizaciones civiles denunciaron que el hospital se negó a practicarle el aborto a la menor a pesar de contar con una orden de urgencia médica de interrupción del embarazo entregada por el Ministerio Público.
Sin embargo, a través de un comunicado la Secretaría de Salud de Guerrero informó que tras recibir la información, la menor y su tía desistieron de realizar el aborto.
La dependencia informó que la niña presentaba un embarazo avanzado y por ello se le proporcionaron detalles sobre los riesgos de realizar el aborto.
El 16 de febrero la menor acudió al Hospital de la Madre y Niño Guerrerense de Chilpancingo donde finalmente se llevó a cabo la interrupción del embarazo.
“Aquí se dispuso de un equipo de salud multidisplinario conformado por ginecólogos, pedíatras, médicos generales, enfermeras, sicológos y personal de trabajo social, cumpliendo con la petición de los familiares y la paciente, se estableció que la interrupción del embarazo se realizará en la unidad de cuidados intensivos para mantener la privacidad del proceso y una mejor vigilancia”, aseguró de dependencia.
La menor es originaria de la región Me’ phaa y sus datos fueron resguardados para asegurar su privacidad y la de su familia.
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La Jornada
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