En el año 1910 más de 14 alemanes fallecieron luego de una reunión en Toluca, donde la todos comieron carne de cerdo. A ese evento el cronista local Ramón Pérez lo nombró “picnic macabro”.
Poco se sabe del evento que cobró la vida de los extranjeros, sin embargo en el panteón general La Soledad yacen 14 tumbas que guardan los restos de las personas muertas.
Se dice que fueron más de 14 muertos porque cuando aparecieron los primeros síntomas, muchos de los alemanes viajaron a la Ciudad de México para ser tratados y se cree que hubo más decesos.
Los restos que permanecen en Toluca pertenecen a hombres y mujeres de entre 2 y 50 años de edad, es decir, también hubo infantes muertos.
El también cronista toluqueño Gerardo Novo asegura que los alemanes presentaron vómito con sangre y malestares estomacales a causa de una intoxicación, pero no precisamente con la carne de cerdo sino por la forma en la que fue preparada.
De acuerdo con el cronista, en esa comida se sirvió puerco que fue cocinado en un cazo de cobre que no fue “curado” para su uso en la cocina por lo que todavía tenía óxido de cobre, que probablemente fue el causante del envenenamiento.
Sin embargo, en el panteón donde permanecen los restos es común escuchar que los alemanes murieron de triquinosis, una enfermedad parasitaria que suele adquirirse luego del consumo de carne contaminada.
Los únicos que comparten información sobre el “picnic macabro” son los cronistas de Toluca, quienes aseguran que fue en el rancho La Providencia donde los alemanes se reunieron para festejar el Oktoberfest.
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