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La Jornada
23/08/2025 | Ciudad de México
Ángeles Cruz
La radioterapia que se conoce y utiliza desde hace más de siglo y medio para tratar el cáncer ha tenido en los pasados cuatro años una evolución significativa con la inteligencia artificial (IA) que se incorporó a un modelo de acelerador lineal, el cual permite mayor precisión de las radiaciones y aumentar las dosis, con 30 a 50 por ciento menos efectos secundarios, aseguró Dolores de la Mata, jefa del servicio del Hospital ABC, donde se encuentra el primer equipo de este tipo en México y América Latina.
Con innovaciones tecnológicas como ésta, cada vez es más posible que la humanidad logre que el cáncer se convierta en una enfermedad crónica, afirmó la especialista.
Detalló que con los aceleradores lineales convencionales, el número de sesiones para cada paciente es de 25. Con la inteligencia artificial es posible reducirlas a 15 y con la mitad de duración, por lo que cada una pasa de 30 a 15 minutos.
La nueva herramienta, conocida como Ethos, acelerador lineal con radioterapia adaptativa, empezó a funcionar en el nosocomio hace un mes y por un convenio de subrogación vigente desde 2022. También beneficia a derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con cáncer cervicouterino.
La Unidad de Radioterapia del Hospital ABC es considerada la más grande del sector privado en la Ciudad de México. Atiende a mil 500 pacientes al año, de los cuales 400 son del Seguro Social. Con la nueva tecnología se prevé que aumente su capacidad de atención.
De la Mata explicó que luego de la valoración de los pacientes, para iniciar el tratamiento de radioterapia transcurren tres días, en los cuales los especialistas toman imágenes de tomografía sobre la ubicación del tumor y definen el contorno y el mecanismo de protección del resto del cuerpo. Se introducen los datos al equipo y empiezan las sesiones. Con la IA, todo el proceso se realiza en un día.
Señaló que son comunes las variaciones en el organismo y cuando son de más de 3 milímetros respecto a lo definido inicialmente, los médicos deben realizar ajustes para mejorar el tiro de la radiación. Con el mecanismo convencional, eso tomaría otros tres días, pero la IA lo hace en 15 a 40 minutos. Así no se interrumpe la terapia y se logran radiaciones más precisas y menos efectos secundarios.
La técnica se puede aplicar en tumores malignos de cabeza, cuello, pulmón, cervicouterino y próstata, así como los que se localizan en la pelvis y el abdomen superior. Los médicos han identificado, hasta ahora, que en éstos se obtienen los mayores beneficios.
La especialista indicó que la no identificación de variaciones en la zona a radiar favorece que se afecten células sanas y, en consecuencia, surjan efectos secundarios. De acuerdo con la región de que se trate, pueden ser daños en la vejiga y recto, el intestino delgado y estómago. Es posible que los pacientes sufran diarrea y úlcera gástrica, entre otros. Con el uso de la IA, ese riesgo se reduce de 30 a 50 por ciento.
En el primer mes de funcionamiento de Ethos, los especialistas han atendido a 30 personas, algunas de ellas mujeres derechohabientes del IMSS, en particular aquellas en las que se identifica que tendrán el mayor beneficio en el tratamiento de la neoplasia, explicó De la Mata.
Edición: Emilio Gómez