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La Jornada
04/11/2025 | Ciudad de México
Emir Olivares y Alonso Urrutia
El gobierno de México reiteró que continuará con su tradición humanista de otorgar asilo político a personas perseguidas políticas en otras naciones. “Estamos actuando de forma pacífica, en sentido humanitario y con estricto apego al derecho internacional”, señaló el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Roberto Velasco.
En representación del canciller Juan Ramón de la Fuente, Velasco participó en la mañanera de este martes de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde insistió en que México rechaza la decisión “unilateral” del gobierno interino de Perú de romper relaciones diplomáticas por el otorgamiento de asilo diplomático a la ex primera ministra, Betssy Chávez Chino, lo que las autoridades peruanas consideraron como un acto “inamistoso”.
En
la conferencia mañanera, también estuvo la subsecretaria para América Latina y el Caribe, Raquel Serur, quien en respuesta a la posición del gobierno del mandatario interino José Jerí reviró: “El asilo político es un acto pacífico, no puede ser considerado como un acto inamistoso por ningún Estado. Todo esto lo reconocen tratados e instrumentos del derecho internacional”.
Ante la presidenta Claudia Sheinbaum, Velasco detalló que la decisión de México de otorgar asilo a Chávez —quien ocupó el cargo en el mandato de Pedro Castillo, depuesto en diciembre de 2022 de manera irregular por el Congreso de su país—, corresponde única y exclusivamente al propio México.
Indicó que tras decidir brindar esa protección a la ex primera ministra peruana, el gobierno mexicano entregó una nota al de Perú con la solicitud para que se otorgara el salvoconducto para que Chávez pueda abandonar territorio de la nación andina.
El funcionario remarcó que la determinación de la administración de Sheinbaum se fundamentó en la larga tradición de asilo diplomático que tiene México y apego estricto al derecho internacional.
“Rechazamos la decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas (…) Estamos actuando de forma pacífica, en sentido humanitario y con estricto apego al derecho internacional. Vamos a seguir con instrucción de la Presidenta y del canciller De la Fuente, defendiendo esta tradición humanista, actuando conforme a derecho internacional. Es una decisión de Perú que no compartimos, pero la amistad entre los pueblos de México y Perú continua”.
Serur, por su parte, expuso que México ha mantenido desde su independencia una tradición de asilo y refugio.
Recordó cuando el presidente Lázaro Cárdenas recibió a miles de españoles que huyeron de la dictadura y el fascismo del régimen de Francisco Franco; a cientos de miles de personas víctimas de las dictaduras de Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil; a muchos de los perjudicados por los conflictos en Centroamérica o a personalidades como Rigoberta Menchú, Evo Morales, León Trosky y José Martí.
“Toda persona extranjera que encuentre en peligro su vida, su integridad y su libertad por sus ideas o actividades políticas, puede solicitar asilo político a México; y son la Constitución, la ley en la materia y el derecho internacional quienes norman el criterio para concederlo o no”.
Enfatizó que para México, el asilo político y el refugio son figuras que, en primer lugar, buscan proteger a personas. “Son figuras humanistas. Solicitarlo es un derecho humano de cualquier persona y su otorgamiento es un derecho de México como Estado soberano, que debe ser respetado por otros países”.
Por su parte, el director para América Latina y el Caribe de la SRE, Pablo Monroy —quien era embajador de México en Perú cuando la crisis que llevó a la detención de Castillo—, expuso que a diferencia de Perú, México no ha respondido igual.
“México no declaró persona non grata al embajador de Perú en ese tiempo, ni a ninguna presidenta o presidente peruano; México mantuvo sus relaciones diplomáticas con Perú, esto por el profundo respeto y amor que le tenemos al pueblo peruano”.
La decisión tomada por Perú no pone en riesgo las relaciones comerciales: Sheinbaum
Para la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la decisión del gobierno de Perú de romper relaciones diplomáticas con México “está fuera de toda proporción”.
Destacó que pese a esa medida tomada por el gobierno del presidente interino José Jerí, no pone en riesgo las relaciones comerciales (hay que recordar que México y Perú son, junto a Colombia y Chile, miembros de la Alianza del Pacífico). “La relación comercial continúa, son las relaciones diplomáticas (las que se rompen), es una decisión de ellos”.
La jefa del Ejecutivo señaló que México sólo ha roto relaciones con Ecuador, esto debido a la invasión de la embajada mexicana en Quito, en abril de 2024; pero en el caso con Perú, “la decisión fue de ellos”.
Reiteró que las diferencias con los gobiernos peruanos se dieron a partir de la posición de México de apoyar al depuesto mandatario Pedro Castillo.
“En el caso de Perú fue totalmente injusta la detención de Pedro Castillo y en realidad correspondió a un tema político que venía desarrollándose desde hace tiempo y también a una visión de mucha discriminación, de una visión de lo que era la parte política.
“Cuando esta canciller estuvo presa (la ex primera ministra, Betssy Chávez), ya libre, decide pedir asilo a México, y su solicitud se evalúa en México, (se acepta) y entra a la embajada de México en Perú, que es donde permanece. Debido a esto, el actual presidente de Perú, toma la decisión, a través de su canciller, de romper relaciones diplomáticas con México, que desde nuestra perspectiva está fuera de toda proporción”.
Indicó que aun cuando se rompieron las relaciones diplomáticas, las consulares se mantienen para apoyar tanto a los mexicanos en Perú como a los peruanos en México.
Edición: Estefanía Cardeña