Sandra Hernández García, Alma E. Muñoz y Alonso Urrutia
“Está mal que se llegue a este espectáculo que se dio ayer”, aseguró la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al condenar la gresca que protagonizaron diputadas en el Congreso de la Ciudad de México.
“Un llamado a todos los diputados y diputadas de todos los grupos, no tiene por qué llegarse a la violencia”, dijo desde Palacio Nacional.
“No debe ocurrir; se puede estar en contra de una propuesta, incluso se puede tomar una tribuna, nosotros lo hicimos en su momento en contra de algunas leyes, pero caer en un acto de violencia, pues no. Es condenable, no debe ser”, subrayó.
El lunes, con la intención de obtener cuotas políticas en el nuevo organismo de transparencia de la Ciudad de México, el Partido Acción Nacional (PAN) trató de boicotear la sesión y frenar la aprobación del Paquete Económico 2026, lo que derivó en una gresca en la que hubo codazos, empujones y jaloneo de cabellos entre diputadas del Congreso capitalino.
La diputada del albiazul Claudia Montes de Oca solicitó formalmente una modificación a la reforma que abroga al Instituto de Transparencia local para que el actual contralor del instituto, Aarón Romero Espinoza, se mantuviera en ese cargo como encargado de despacho hasta la aprobación de la ley secundaria, de lo contrario, según morenistas, la oposición tomaría la tribuna hasta reventar la sesión.
Al no concedérseles el cambio, la amenaza panista se cumplió cuando la diputada Daniela Álvarez y sus compañeros del blanquiazul tomaron la tribuna para hablar en contra del dictamen, al tiempo que la priista Tania Larios saltó el muro de una cabina para controlar el audio del recinto.
Rápidamente, los morenistas se subieron al estrado para impedir la toma “ilegal” de la mesa directiva. Mientras abajo discutían diputados, arriba las legisladoras Daniela Álvarez y Claudia Pérez (PAN) y Yuriri Ayala y Rosario Morales (Morena) terminaron con gritos y jaloneo de cabellos.
Al considerar que no había condiciones para sesionar, se declaró un receso, por lo que los morenistas salieron del salón y tras de sí se corrió el rumor de que sesionarían en el edificio ubicado en el Zócalo, fue así que los opositores abandonaron el estrado para dirigirse a la nueva sede.
Edición: Estefanía Cardeña