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23/12/2025 | Estados Unidos
Los controladores de tráfico aéreo perdieron comunicación durante unos 10 minutos con una avioneta de la Marina mexicana que transportaba a un joven paciente médico con quemaduras y a otras siete personas antes de que se estrellara frente a la costa de Texas, matando al menos a cinco de los ocupantes, declaró el martes la presidenta Claudia Sheinbaum al detallar que la nave partió desde Yucatán.
Las autoridades inicialmente creyeron que la avioneta había aterrizado en su destino en Galveston, cerca de Houston, antes de enterarse de que se había caído el lunes por la tarde, indicó la presidenta mexicana. La causa del accidente sigue bajo investigación. Una operación de búsqueda y rescate en aguas cercanas a Galveston rescató a dos sobrevivientes de los restos del avión, señaló la Marina de México, mientras que uno permanecía desaparecido.
Cuatro de las ocho personas a bordo eran oficiales de la Marina y cuatro eran civiles, incluido un niño con quemaduras que había sido estabilizado en un hospital de Mérida para su traslado. Dos de los pasajeros estaban afiliados a una organización sin fines de lucro que ayuda a transportar a niños mexicanos con quemaduras graves a un hospital en Galveston.
“Mis condolencias a los familiares de los marinos que fallecieron lamentablemente en este accidente y a las personas que viajaban. Muy triste lo que pasó”, expresó Sheinbaum.
La aeronave se estrelló el lunes por la tarde en una bahía cerca de la base del puente que conecta la Isla de Galveston con el continente. Los servicios de emergencia se apresuraron al lugar cerca del popular destino de playa a unos 80 kilómetros (unas 50 millas) al sureste de Houston.
Sky Decker, un capitán de yate profesional que vive a aproximadamente 1,6 kilómetros (1 millas) del lugar del accidente, relató que saltó a su bote para ver si podía ayudar. Recogió a dos policías que lo guiaron a través de una densa niebla hasta un avión casi sumergido. Decker saltó al agua y encontró a una mujer gravemente herida atrapada debajo de sillas y otros escombros.
“No podía creerlo. Tenía tal vez tres pulgadas de espacio de aire para respirar”, contó. “Y había combustible de avión mezclado con el agua, los vapores eran realmente malos. Ella estaba realmente luchando por su vida”.
Dijo que también sacó a un hombre sentado frente a ella que ya había muerto. Ambos vestían ropa civil.
No está claro si el clima fue un factor. La zona ha estado experimentando condiciones de niebla en los últimos días, según Cameron Batiste, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional. Aseguró que alrededor de las 2:30 de la tarde del lunes entró una niebla que tenía una visibilidad de aproximadamente media milla.
Equipos de la Administración Federal de Aviación y de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte estuvieron en el lugar del accidente el lunes, manifestó el Departamento de Seguridad Pública de Texas, y un portavoz de la NTSB dijo que la agencia estaba recopilando información sobre el accidente.
La Marina de México aseveró que la aeronave estaba ayudando con una misión médica en coordinación con la Fundación Michou y Mau. En una publicación en redes sociales, la fundación ofreció sus condolencias a las familias y expresó que compartía su dolor “con respeto y compasión”.
La organización benéfica fue fundada después de que una madre muriera tratando de salvar a sus hijos de un incendio. Un niño sucumbió a sus heridas porque no recibió atención médica especializada, mientras que otro sobrevivió tras recibir tratamiento en Shriners Children’s Texas en Galveston. Durante 23 años, la fundación ha ayudado a trasladar a más de 2 mil pacientes a ese hospital y otras instalaciones médicas con experiencia en quemaduras, según el sitio web de la organización benéfica.
El director de la organización benéfica no ha respondido a un correo electrónico de The Associated Press solicitando comentarios.
Shriners Children’s Texas dijo en un comunicado que se enteró del accidente con “profunda tristeza” pero no pudo proporcionar información sobre el estado del niño porque aún no había sido admitido.
El hecho se produce en medio de un año de intenso escrutinio sobre la seguridad aérea tras una serie de accidentes de alto perfil y las interrupciones de vuelos durante el cierre del gobierno impulsado por la escasez de controladores de tráfico aéreo.
La colisión en el aire en enero entre un helicóptero del Ejército y un avión de pasajeros cerca de Washington D.C. fue seguida por el estrellamiento de una ambulancia aérea en Filadelfia. El accidente de un avión de UPS en llamas este otoño solo aumentó las preocupaciones. Aun así, el número total de accidentes en 2025 fue en realidad un poco menor que el año pasado y los expertos dicen que volar sigue siendo seguro en general.
Edición: Mirna Abreu