Aceptar para avanzar

Normando Medina Castro
Foto: Facebook Marko Cortés
La Jornada Maya

Jueves 6 de junio, 2019

Cuando la mentira y la falacia se hacen práctica cotidiana es imposible el análisis profundo y la autoevaluación honesta, con miras a fortalecerse, tomar medidas para superar las debilidades y asumir con humildad los aciertos y errores como la base para emprender nuevos retos.

El Partido Acción Nacional perdió las dos gubernaturas en disputa, precisamente en dos de sus bastiones, Puebla y Baja California, en las votaciones del pasado domingo 2 de junio, sin embargo su máximo dirigente Marko Cortés, se apresuró a fijar su postura el mismo día de los comicios y aseguró que habían sido unas elecciones muy favorables para el PAN.

No tuvo empacho en decir que las votaciones habían sido muy cerradas en Puebla y que los panistas aún podían alzarse con la victoria, aceptó la derrota en Baja California, pero aseguró que en los otros cuatro estados, incluyendo Quintana Roo, habían triunfado. La realidad es que en el estado el panismo, en alianza con el PRD, ganó únicamente tres de 15 distritos disputados por mayoría relativa. En Durango también en alianza con el PRD ganaron 16 municipios, misma cantidad que obtuvo el PRI. En Aguascalientes el PAN ganó cinco municipios de 11 en disputa, y su mejor resultado lo obtuvo en Tamaulipas donde obtuvo 21 distritos por mayoría relativa.

Baja California era gobernado por el PAN desde hace 30 años, de hecho fue el primer estado donde ganaron la gubernatura con Ernesto Ruffo. En ese bastión histórico del blanquiazul, el pasado domingo, el triunfo de Morena fue aplastante, ganó todo, la gubernatura con Jaime Bonilla, todos los municipios y todos los distritos.

El otro importante bastión panista, Puebla, ahora será gobernado por el morenista Miguel Barbosa Huerta que se impuso en las votaciones de manera clara, con una ventaja que no deja lugar a dudas.

La distancia de los dirigentes del PAN respecto a la militancia y, por supuesto, de las verdaderas causas populares, e incluso de sus principios ideológicos y sus valores éticos, a cambio de luchar rabiosamente por privilegios personales y facciosos, ha desdibujado al blanquiazul, ahora identificado con el PRD -lo cual era impensable-, con el PRI y todos los enemigos del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le llevan las contras de manera sistemática e irracional evidenciándose en su pequeñez mientras fortalecen más al mandatario, que según la encuesta del Financiero publicada el martes, tiene el 84 por ciento de apoyo popular en la lucha contra la amenaza de aranceles de Trump a productos mexicanos.

La cosecha de la oposición convertida en un mazacote, sin forma ni rostro, es y será la derrota electoral mientras no anteponga a su codicia sus principios éticos, su ideología, su militancia y la voluntad popular. Eso de salvar al pueblo del pueblo, como algunos han expresado, es fascismo trasnochado.

Es fundamental para México que los partidos políticos recobren su identidad para fortalecer el pluralismo. La cercanía del PAN con el PRI le ha hecho un enorme daño a ambos. Lo mismo puede decirse del PAN y el PRD. Las mujeres y hombres de las cúpulas partidistas que obedecieron la voz de la minoría rapaz, en las elecciones del 2 de julio de 2018, perdieron toda credibilidad y toda pertinencia, y se convirtieron en lastres para sus partidos y para el pluralismo.

Esas cúpulas partidistas opositoras han sido y serán incapaces de articular sus partidos hacia un proyecto de nación más allá de la defensa de sus privilegios. Han mentido y mienten tanto, que han perdido toda utilidad. Sólo imaginar el rostro de Enrique Peña Nieto, Ochoa Reza, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, Carlos Salinas, Claudia Ruiz Massieu, René Juárez, Diego Fernández de Cevallos, Fox, Calderón, Margarita Zavala, Javier Lozano, Ricardo Anaya, Damián Zepeda, Marko Cortéz, etcétera, trae al pueblo rechazo, por decir lo menos. Sin embargo, todavía los usan como figuras señeras, algunos sectores que no aceptan la realidad. Es tiempo de que se hagan a un lado y que los partidos se guíen bajo principios éticos, capacidad intelectual y técnica, honestidad y un profundo amor a México. Es tiempo de la verdad, de las militancias y de responderle al pluralismo social.

Los resultados de las recientes elecciones en Quintana Roo, son evidencia y reflejo de una realidad que interpretada de manera honesta, pueden servir para enderezar el rumbo y retomar el ímpetu, y recobrar el enorme bono democrático con que inició el gobierno de Carlos Joaquín González hace casi tres años. A estas alturas del partido ya debe estar superado el pago de facturas políticas.

Es lamentable que el enorme capital político con que inició su gubernatura Carlos Joaquín haya menguado por la falta de sentido común, de sensibilidad social y política de la mayoría de sus colaboradores. Perder las votaciones en 12 distritos de 15 en disputa es más que una llamada de atención. Y es que la alianza PAN-PRD que gobierna Quintana Roo, sólo ganó en el distrito X de Solidaridad en lo que parece una victoria pírrica de Lilí Campos, sobre Juan Carlos Beristain, que aún no termina por definirse y está marcada por las denuncias y el escándalo.

El distrito I de Isla Mujeres, y el XII de José María Morelos, ambos con la marca de cacicazgo en Atenea Gómez Ricalde, hija de la Alicia Ricalde Magaña, actual titular de la Administración Portuaria Integral del Estado, y Pedro Pérez Díaz, ex secretario de desarrollo rural y pesca del gobierno actual de Quintana Roo y esposo de la presidente municipal de José María Morelos, Sofía Alcocer. No escatimaron nada. Tiraron toda la carne al asador y sólo les alcanzó para esos resultados.

Definitivamente algo anda mal. Los bots no sirvieron, las estructuras electorales fallaron, los grandes operadores también. Los que propagan mentiras también le mienten a su jefe. No pueden separarse los resultados electorales de la percepción que se tiene del gobierno. La alianza Morena-PT-PVEM ganó 11 distritos de los 15 disputados. El PRI ganó el distrito 11 de Cozumel que gobierna actualmente el priísta Pedro Joaquín Delbouis.

Pasadas las elecciones sigue la delicada conformación de equilibrios en la xvi Legislatura y ya iniciaron las sesudas lecturas para hacerle creer al mandatario que ganó perdiendo. Ahora buscarán fracturar la alianza ganadora. Los vendedores de cuentas de vidrio que hacen pasar por diamantes, ahora ofrecen operar para comprar voluntades verdes, Morenas, etc., si ignoran el panorama nacional solo terminarán evidenciados y causando mayor daño. El reparto de las diputaciones de la vía proporcional, seguramente no ha terminado, a pesar de lo anunciado. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.

¡Hasta la próxima!

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