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del

Adriana Hernández Sasso
Foto: Latitudes Press
La Jornada Maya

Miércoles 27 de septiembre, 2017

Antes que [i]millenials [/i]somos humanos, y como tal, esta semana temimos por nuestras vidas. Temblaron nuestros cuerpos y nuestros corazones, temimos al escuchar los muros, los techos y los pisos crujir. Temimos por nuestras familias, nuestros amigos y por aquellos conocidos que mediante relaciones medianamente más distantes hacen de nuestros días una cotidianidad relativamente estable, alegre y amable. Yo, temí por mi ciudad, por mi país. Lloré muertes que nunca imaginé llorar, sufrí pérdidas ajenas, vislumbré en las caras de la gente a mi alrededor un profundo dolor que punzó en mi pecho como una daga hiriente.

A ratos mi mente y mi cuerpo agotados me exigieron un descanso, pero al mismo tiempo ese dolor constante me exigía levantarme y ayudar a levantar aquello que se había derrumbado.Me invadió un sentimiento de inseguridad constante, de preocupación, de ganas de huir sin saber a dónde. De pronto también me sentí impotente e incapaz. Sin embargo, salimos a las calles, impulsados por el miedo y la solidaridad que como mexicanos nos caracteriza.

Un poco empujados por un instinto de supervivencia corrimos a ayudar, en un principio sin saber dónde o cómo, pero encontramos la forma, cada quien la suya. Desahogamos y sumamos sentimientos levantando cubetas llenas de escombro, juntando víveres, ropa y herramienta, haciendo compañía a quienes más la necesitaban, abrazándonos, publicando en redes dónde nos necesitaban y para qué. Nos unimos reconstruyendo tejidos que habían sido fracturados y que orgullosamente hemos visto resurgir entre nosotros. Ahora, sigamos tejiendo juntos, reconstruyamos nuestra comunidad, nuestra ciudad, nuestro país. Tomemos los espacios y hagamos de ellos los nuestros.

La ayuda, la solidaridad y las necesidades de este país no terminan hoy. No hemos terminado y no terminaremos pronto, así que no olvidemos esto que sentimos. México nos necesita. ¡Fuerza México!.

*Fotógrafa y diseñadora gráfica residente de la Ciudad de México desde su nacimiento, egresada de la UAM Azcapotzalco y de la Escuela Activa de Fotografía.

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