Batalla sin cuartel

Son tiempos de confusión y para algunos de incertidumbre a las batallas sin cuartel que libran por imponer sus visiones y versiones, el gobierno federal contra los políticos y cúpulas empresariales que han venido perdiendo privilegios y canonjías.

En los tiempos actuales, el control y la propiedad de muchos influyentes medios de comunicación pertenecen a empresarios alineados con el gran capital nacional e internacional. Son partidarios, aunque preconicen su neutralidad, del neoliberalismo, y tristemente del capitalismo salvaje sin humanismo, despectivo hacia  las mayorías, el desarrollo y la justicia social.

Para las élites enemigas del gobierno de la 4T, todo está mal. Reprueban que haya crecido el salario mínimo, los apoyos a madres solteras, a discapacitados, las becas para jóvenes, las pensiones universales a los adultos mayores, la disponibilidad de vacunas anti Covid-19, Sembrando Vida, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Transístmico, buscar la soberanía energética, todo. Sus comunicadores así lo difunden.

Eso se entiende en las élites con ingresos anuales de mil 500 millones de pesos como mínimo, los cuales son menos de 12 mil personas. Los más encumbrados económicamente son 50 personas con fortunas superiores a los 500 millones de dólares. Entre los diez más ricos están Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea, Alberto Bailleres, María Asunción Aramburuzavala, Juan Francisco Beckmann, Jerónimo Arango, Antonio del Valle, Carlos Hank Rhon, Roberto Hernánez, él último de esa lista tiene una fortuna calculada en mil 700 millones de dólares, es decir más de 400 mil millones de pesos.

Ahora tienen que pagar impuestos, ya no existen condonaciones, no pueden usar outsourcing ni factureras, cada vez les es más difícil adjudicarse contratos ventajosos para obtener utilidades supralegales. Cada día hay menos huachicoleo de energéticos, de medicamentos y todo lo que engrosaba sus fortunas a costa del dinero público. Definitivamente para ellos y sus jilgueros, todo esta mal. La economía va mal. Aunque el Banco Mundial acaba de mejorar la proyección de crecimiento de México en 2021 de 3.7 por ciento a 4.5 por ciento. 

En la definición de candidaturas a las diputaciones federales de la alianza “Juntos Haremos Historia por Quintana Roo” Morena hizo a un lado al PT y dividió con el PVEM de Jorge Emilio González que desde hace varios años radica en Cancún. Juan Carrillo ex presidente municipal por el PRI en Isla Mujeres, muy cercano al ex gobernador Roberto Borge, obtuvo con el PVEM la candidatura a la diputación federal por el distrito 1, con cabecera en Playa del Carmen. La presidente municipal de Puerto Morelos, Laura Fernández, por el mismo partido Verde se hizo candidata a diputada federal por el distrito 4. Morena se quedó con las candidaturas a los distritos 3 con Alberto Batun, cabecera en Cancún; y el distrito 2 con la regidora de Benito Juárez y dirigente estatal guinda, Anahí González. Ambos candidatos cercanos a la alcaldesa de Cancún, Mara Lezama y al poderoso colaborador de López Obrador que está a cargo del proyecto del Tren Transístmico, Rafael Marín Mollinedo, que radica en Cancún donde tiene sus negocios. En los hechos desdeñaron el derecho de elegir de entre los suyos al sur y a Chetumal, la capital del estado que es la cabecera del distrito 2. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestra caribeña entidad.

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