Cuando hablamos de Educación, nuestra mente de inmediato se traslada a la Escuela, maestro, salón de clases, cuadernos, lápices, exámenes, recreo, tareas, niñez...y mucho más. No vendrá a la mente, la palabra Adulto. Si la citamos, esta se relacionará de inmediato con adultos analfabetas del programa de alfabetización para esta franja de la población. Sin embargo, cada vez se requiere más acciones y programas de Ciencia Ciudanía para todas las franjas de la población en varias vertientes. Cito al menos dos de ellas: a) la educación ambiental para transmitir el impacto de las prácticas de comprar/consumir/desechar y sus impactos en la salud ambiental, de la biodiversidad y de la humana. De esta, algo se enseña en las escuelas. Los adultos, en lo general carece de ella, siendo la franja de la población económicamente activa y por ende la que compra y desecha mal por lo general. b) La "alfabetización” tecnológica, está nuevamente ausente sobre todo en los adultos mayores, la cual se requiere cada vez más en la vida cotidiana.
Precisamente sobre la importancia de Comunicar Ciencia a la Sociedad, nace el Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico, el cual este 2023 cumplió 15 años y ahora se hace acreedor al Premio de Comunicación de la Ciencia. Hablemos del homenajeado, porque Ciencia que no se comunica no sirve.
El análisis realizado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2015), señala que existe una desigualdad en la distribución de las oportunidades educativas en México. Esta desigualdad es evidente en diversas áreas que incluyen desde las oportunidades de acceso, trayectorias escolares, resultados de aprendizaje y condiciones en que se ofrece el servicio educativo. La Primaria, particularmente en sus recursos humanos y materiales presenta una desigualdad entre las escuelas rurales y urbanas. La región sureste está a la zaga de muchos de los indicadores que dan cuenta del nivel de vida, actividad económica y el uso de información científico-tecnológico. Por lo anterior, está región requiere además de fortalecer la Educación formal, de iniciativas innovadoras que permitan encauzar acciones educativas formales y no formales para el desarrollo socio-económico de sus poblaciones con sus especificidades locales. Se requiere implementar y desarrollar programas de comunicación de la ciencia con metodologías interactivas que permitan la apropiación social de ésta en el público, incorporando la ciencia y la tecnología en lo cotidiano.
Se ha demostrado que la población que tiene acceso y se apropia de la información científica-tecnológica, transforma su sociedad mejorando su nivel de bienestar social, de salud, nivel cultural y su movilidad socio-económica. Con esos preceptos se construyó el programa Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico, planteando que éste debía ser interdisciplinario para contribuir a desarrollar las facultades intelectuales, de conservación de la biodiversidad, del vivir de manera sostenible y con civilidad. Es un programa incluyente de Divulgación y Difusión de la Ciencia que fue acogido por la Academia Mexicana de Ciencias, asegurando con ello tener presencia nacional e integración interinstitucional. Sus pilares institucionales son el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del IPN, el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) con sus cinco sedes del sureste (San Cristóbal de las casas, Tapachula, Campeche, Chetumal y Villa hermosa), el Centro de Investigación de Yucatán (Cicy), la UNAM de Juriquilla, el Planetario de Cancún, el Museo Caracol de Ciencias de Ensenada. También ha participado el IPN y la Universidad de los Mochis. Su logotipo son dos niñas y un niño patinadores, donde sus llantas evocan tres letras “C”: C de Camino, C de Conocimiento y C de Científico (Fig. 1). Programa, alineado a los objetivos de Naciones Unidas del llamado “Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo” de su Agenda 2030 y su objetivo principal es crear una cultura científica pertinente en la sociedad a fin de que ésta se apropie el conocimiento para vivir mejor y reducir la brecha existente entre ciencia y sociedad. En sus 15 años de operar se han atendido a cerca de 100 mil niños con 180 pláticas/talleres, presente en 10 Estados de la República Mexicana y en línea lleva a cualquier punto de nuestro Planeta.
Por el bien de todos primero la Ciencia, ésta es creativa e infinita y Ciencia que no se Comunica no sirve
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